Su hijo, Emilio Aragón, la menciona en cada uno de sus programas para explicar que ella es la inspiración para su alter ego musical, Bebo San Juan. Pero, ¿quién es Rita Violeta Álvarez?
Casi 15 años de ausencia ante las cámaras permitieron a Emilio Aragón (62) sacudirse el estrés, disfrutar de la familia y madurar nuevos proyectos como B.S.O. que emite Movistar +, donde los entrevistados contestan a las preguntas en función de las canciones que más les han impactado. Como hombre renacentista en versión posmoderna hay una figura en su vida que sigue siendo sacra. Hablamos de su madre, Rita Violeta Álvarez, el pilar fundamental para que los niños de varias generaciones tuvieran sueños, risas e ilusión.
Siempre se ha distinguido por ser una mujer a quien no le gustaba destacar. Conoció a Emilio Aragón 'Miliki' con 12 años y tras cultivar su amistad en su Cuba natal la cosa derivó en un inconmensurable amor que terminó en boda en 1953 y con el nacimiento de cinco hijos, Rita, María Pilar y Emilio (nacidos en La Habana) y María Amparo, que vio la luz en Chicago. La familia abandonó la isla un año después de la subida al poder de Fidel Castro.
Desde la sombra, a sus 87 años Rita sigue disfrutando del éxito de sus hijos y nietos al tiempo que echa de menos al amor de su vida, fallecido por una neumonía hace casi diez años. Rita y Miliki habían convertido la cocina de su hogar en el epicentro de las reuniones familiares donde se comía, se bebía y, sobre todo, se charlaba. Últimamente, el amor maternofilial entre Rita y su hijo Emilio se ha materializado con la publicación en 2019 del disco Bebo San Juan, la vuelta al mundo -los nietos de Emilio le llaman Bebo en la intimidad- para el que ha compuesto los temas-homenaje a la isla caribeña que tan presente tiene en su cotidianeidad.
Como escribió en su web, "de niño convivían perfectamente la fabada con el Congrí, la guaracha con las sevillanas, Beny Moré con Miguel de Molina. Estas canciones dan por cumplida una promesa con mi madre Rita y con Aruca". En su nuevo programa, Emilio y su alter ego, Bebo San Juan, tocan el piano, el acordeón o el ukelele con unos ritmos muy cubanos. Ese disco también surgió en la cocina: "Óyeme, tú le has compuesto canciones a Celia Cruz, Willy Chirino y toda esta gente, pero nunca has hecho nada para cantar tú". Al principio, Emilio sintió algo de recelo, pero cumplió la petición de su progenitora.
A pesar de su avanzada edad, a Rita le hierve la sangre porque menea las caderas como nadie a ritmos de guaracha y merengue y mece a sus nietos entre nanas y síncopas. Como confesó Emilio a XLSemanal, el poliédrico artista se emocionó cuando la escuchó en su mecedora aquello de "duérmete, mi niño; duérmete, mi amor; duérmete, pedazo de mi corazón". La matriarca suda 'cubanismo' por todos los poros de su piel. Si oye música de su tierra se pone a bailar donde sea, incluso en los restaurantes. Aún está unida a la isla que la vio nacer. A pesar de que se siente madrileña de pro, lo cubano siempre está a flor de piel. Rita usa las redes sociales para comunicarse con familiares que aún siguen en la isla y aún sigue hablando en presente de artistas ya fallecidos. Y todas las semanas siempre caen frijoles y tostones.
Debido al trabajo de los Aragón con el circo, la familia vivió en San Juan de Puerto Rico, Buenos Aires, Ciudad de México, Caracas, Miami, Chicago... "Donde fueres, haz lo que vieres", solían decirles Rita y Miliki a sus hijos; por eso, la música era el mejor vehículo para adaptarse a nuevas culturas. Los Aragón-Álvarez se sienten orgullosos de su legado.
En 1948, Miliki y sus hermanos Gaby y Fofó protagonizaron el primer espacio infantil en televisión en español en Cuba, poco después de su inauguración en Estados Unidos. Cuando su padre y sus tíos grabaron por primera vez El gran circo de TVE, toda la familia se instaló en España. Emilio Aragón Álvarez la pisó por primera vez con 14 años.
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