Además de la crisis de salud que estamos viviendo alrededor del mundo a causa del COVID-19, éste se ha encargado de dejar estragos en la economía de muchos países, donde a pesar de estar vigente el llamado oficial para permanecer en casas, miles de personas no pueden darse ese lujo, pues tienen que salir a las calles a ganarse el pan de cada día.
Toda esta situación nos está dando una lección para volvernos más humanos en cuanto a las cosas materiales y el dinero, sin embargo, todavía hay muchas personas a las que les falta una pequeña dosis de humildad y de compasión con el prójimo.
La historia que te presentamos a continuación nos ha hecho reflexionar baste sobre lo lejos que estamos de valorar realmente lo importante y lo necesario y sobretodo, lo lejos que estamos de ser capaces de ponernos en la situación de los demás y tener un poco de empatía.
En Bogotá, Colombia, Patricia Higuera y José Roberto Pérez, una pareja de ancianos acompañados de una pequeña niña, fueron echados del departamento donde vivían, pues no pudieron juntar el dinero para pagar la renta.
Al no haber recibido el dinero de la renta, el dueño de la propiedad no dudó en dejarlos en la calle, a la intemperie con sus cosas y con una gran tristeza en sus corazones.
La familia estuvo un par de horas en un parque de la colonia y cuando finalmente los vecinos se dieron cuenta de lo sucedido, acudieron a apoyarlos de la forma en la que pudieron.
Al poco tiempo, la alcaldía de la comunidad acudió a su rescate y les designó un espacio dentro de un albergue local en lo que arreglaban la situación. Así mismo, la alcaldesa Claudia López les garantizó que el arrendatario sería penalizado por haber sido tan inhumano en medio de la crisis que estamos atravesando alrededor del mundo.
Los vecinos aplaudieron la labor de la alcaldesa y confirmaron que esta pareja vive al día, por lo que con esta contingencia, su situación económica se ha visto bastante afectada.
La historia de estos inquilinos se volvió viral en redes sociales logrando que los usuarios de Twitter se conmovieran a tal grado de reunir fondos para que la pareja pueda pagar su alquiler y vuelvan pronto a su hogar.
Sabemos que esta situación nos afecta, de formas distintas, a todos; sin embargo, lo único que pedimos es un poco de humildad, de corazón, de fe y sobretodo de empatía con quienes más lo necesitan.
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