No nos sorpende que las parejas no se preocupen por el sexo de su bebé o por su parentezco a uno o al otro. Sólo quieren que nazca sano y que el parto sea leve. Melanie Pritchard y su marido no pudieron quejarse: el embarazo iba bien, la mujer no sufría ningunas molestias. Nadie esperaba que durante el parto sucedería una tragedia.
Melanie se encontró en el hospital poco antes de dar a luz. A los médicos les preocuparon sus convulsiones. La llevaron a la UCI. Ocurrió una rara complicación.
Los médicos admitieron que Melanie sufrió un embolismo de líquido amniótico. Dicha complicación ocurre cuando el líquido amniótico se mezcla con la sangre de la madre y da efectos parecidos a la anafilaxia. Aparece la tensión pulmonar alta, insuficiencia cardiaca, el embolismo puede provocar hasta la muerte.
El corazón de Melanie dejó de latir después de dar a luz a su hija. Los médicos dijeron a Doug, el marido de Melanie: "Deberías despedirte de ella". Doug estaba en shock. No entendía cómo algo así pudo pasar tres años después de casarse. Todo iba bien y de repente le dijeron de despedirse de su mujer. Los médicos enunciaron la muerte clínica, pero el hermano de Melanie, un médico, no iba a tirar la toalla fácilmente.
Quiso asistir en la operación de su hermana. Fue el quién localizó una hemorragia interna. 24 horas después todos sintieron un gran alivio... ¡Fue un milagro! Melanie se despertó. Fue la mejor noticia, pero también pasó algo malo...
Melanie necesita un trasplante de pulmones. Bueno, por lo menos lo necesitaba ya que una semana después los médicos se quedaron estupefactos: esta mujer, después de sobrevivir la muerte clínica, empezó a respirar sin ayuda de los aparatos.
El caso de Melanie es un milagro sin explicación.
¡La esperanza nunca muere! Vale la pena pasarlo a los demás.
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