Las personas que nunca han tenido un perro suelen subestimar lo inteligentes que estos son y el apego que pueden sentir hacia sus dueños. Pero incluso aquellos dueños que han tenido perros toda la vida se sorprendieron al enterarse de que un Airedale Terrier, llamado Stanly, llamó a su dueña mientras esta estaba en el trabajo.
Ese día, la mamá de Stanly no se encontraba muy bien, pero igualmente había ido a trabajar, dejando a Stanly solo en casa con su papá.
Stanly se sentó junto a la puerta y esperó durante horas a que su madre regresara pronto a casa. Siguió junto a la puerta y se desanimó al ver que no regresaba a casa de inmediato. Stanly comenzó a dar vueltas por la casa tratando de encontrar algo con lo que matar el tiempo.
Su padre se dio cuenta de que Stanly estaba molesto y le preparó el desayuno para ver si se le levantaba el ánimo. Escarbó en su comida pero no se comió ni la mitad de lo que había porque su mente estaba distraída, y es que sabía que no podría relajarse hasta que no oyera la voz de su mamá.
Fue entonces cuando la escena tuvo lugar; el teléfono sonó y su papá respondió, y Stanly supo que su madre era la que estaba al otro lado de la llamada. Stanly corrió hacia su padre y le rogó que le pasara la llamada, pero papá no sabía lo que Stanly le estaba tratando de decir. Después de colgar, papá le dijo a Stanly que su madre trabajaba doble turno ese día y que no volvería a casa hasta dentro de seis horas.
Stanly se sentó en la esquina del salón viendo como su papá jugaba con el teléfono un rato. Cuando papá soltó el teléfono y fue al baño, Stanly sabía que no podía desperdiciar la oportunidad de solucionar su problema. Corrió hacia el teléfono, presionó la nariz contra la pantalla táctil y logró volver a marcar el número.
El teléfono sonó varias veces antes de que mamá contestara. "Hola", dijo mientras se preguntaba quién habría al otro lado de la línea, pero Stanly se quedó en silencio durante varios segundos. Entonces, Stanly ladró orgullosamente al teléfono para mostrarle a su mamá lo mucho que la amaba y la extrañaba, y papá grabó toda la escena en vídeo para que todo el mundo lo pudiera ver.
"Te amo", dijo la mamá de Stanly por teléfono, palabras que hicieron de Stanly el perro más feliz del mundo.
Si has disfrutado de esta historia tanto como nosotros, asegúrate de compartirla con tus amigos y con tu familia; ¡los harás sonreír ¿Tienes alguna historia de animales que te gustaría contarnos? También nos encantaría saber qué opinas sobre Stanly y lo que hizo para poder escuchar la voz de su dueña.
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