Es cierto que, a veces, cosas asombrosas suceden mientras se viaja en transporte público. Y especialmente en una ciudad tan grande como Nueva York, en Estados Unidos. A veces pueden ser sucesos preocupantes, pero otras veces hay momentos sorprendentes y bonitos como este de 2018, cuando un hombre le entregó su teléfono a un niño para que pudiera jugar con este.
Un acto de generosidad
Mientras iba en el metro, este hombre notó que un niño estaba mirando fijamente cómo jugaba con su teléfono. Estaba claro que estaba fascinado con lo que veía. El hombre decidió tener un gesto de amabilidad e hizo algo que esperamos que el chico recuerde durante mucho tiempo.
El hombre, que llevaba una camiseta gris, le ofreció al chico de la gorra roja su teléfono. Durante el resto del viaje, el chico se divirtió mucho jugando con su teléfono. El hombre estuvo ahí sentado pacientemente mientras el chico se divertía. Seguramente no se esperaba un evento como ese ese día, pero es difícil imaginar que no se sintiera de mejor humor después de tal muestra de generosidad.
Compartir la bondad con el mundo
Tampoco hizo esto para llamar la atención. El momento fue grabado por otra viajera, Kia Tatiyana Davis. Puede que lo descubriera unos días después, cuando las imágenes fueron publicadas en YouTube.
La gente hizo comentarios alabando al hombre, y diciendo lo lindo que era el niño. Esta escena es algo que puede recordarle a cualquiera que los pequeños actos de bondad pueden marcar la diferencia. Incluso si algo es temporal, los recuerdos pueden perdurar.
Devolver a la humanidad
Cuando este niño crezca, podrá recordar este momento como un acto de bondad desinteresada por parte de un total desconocido, y podrá intentar contribuir a que el mundo sea un lugar mejor para los demás. El hombre podrá recordar cómo contribuyó a que ese niño fuera un poco más feliz ese día, gracias a su simple gesto de amabilidad.
Sabemos que al menos una pasajera vio lo que estaba pasando, y la madre del niño también. También esperamos que otras personas que viajaban en ese vagón se dieran cuenta y se hayan conmovido e inspirado gracias a ello.
¿Qué piensas de esta linda historia? Te animamos a que la compartas con amigos y familiares, para que puedan ser testigos de un acto de bondad entre desconocidos.
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