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Encontrar a esa persona especial no es tarea fácil, pero cuando por fin damos con ella no podemos dejarla escapar.
Enamorarse, ir a vivir juntos, dormir abrazados, aprender a convivir, superar las dificultades y por fin ya sea de forma planificada o por sorpresa, formar una familia.
Y es que esperar un hijo, en especial si es el primero, es un momento mágico que pone patas arriba tu mundo y que cambia hasta las cosas más cotidianas e insignificantes como dormir juntos.
Porque cuando esperas un bebé empiezas durmiendo abrazado, y a las cuarenta semanas no hay manera rodear esa gran barrigota llena de magia.
Si, magia, porque eso es lo que esta ocurriendo dentro.
Noche tras noche podréis observar como esa panza se hincha más y más.
Mientras que vosotros os preguntáis qué y cómo será lo que hay ahí dentro…
…puede que vuestro niño o niña crezca pensando en cómo serán sus papás y qué encontrará fuera.
El amor que sentís y la naturaleza están creando un bonito, pequeño y adorable bebé.
Una futura máquina de llantos y sonrisas que os mantendrá ocupados el resto de la vida.
Un aprendiz de vuestra propia escuela de sentimientos e ilusiones.
Alguien que necesitará de ti y de tu cuidados y por el que deberás ser responsable.
Un pedacito de vosotros dos, que llega dispuesto a ser vuestro tercer compinche.
Porque vuestra vida juntos era bonita, y ahora será más difícil pero también más bonita.
Porque esa gigantesca panza que no para de crecer, os va a cambiar la vida.
Pero también se va a convertir en una de las mejores cosas que hayáis hecho nunca.
«Porque eso es precisamente la belleza: un lugar en el que crecer, un amor del que alimentarse».
Las fotografías.
Las fotografías que acompañan este artículo pertenecen a la exposición fotográfica de la artista rusa Jana Romanova titulada ‘La espera’, una colección de imágenes que muestran los momentos de intimidad, cariño y vulnerabilidad que enfrentan las parejas que esperan un hijo durante los meses de gestación.
Para tomar estás fotografías, la artista convence a parejas para dormir en su casa o para que le presten las llaves del domicilio, para un día cualquiera muy temprano y sin previo aviso entrar sigilosamente en la habitación y tomar la imagen.
Resulta curioso observar como la mayoría de las mujeres duermen de lado, tal y como los médicos recomiendan, mientras casi todos los papás tocan entre sueños las barrigas donde crecen sus futuros hijos.
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