Los animales, aunque entienden la maternidad de manera diferente a nosotros, dependen mucho de la figura materna los primeros meses. No sólo por una cuestión alimenticia, también porque es ahí donde reside la sabiduría de la supervivencia.
Es por eso que algunos animales que pierden a su madre a una edad demasiado temprana deben ser rescatados, para así asegurar su educación y posterior supervivencia en un medio hostil.
Harry es un koala que quedó huérfano a los 4 meses de edad, cuando su mamá murió de leucemia. Fue entonces cuando este pequeño fue rescatado y llevado a las instalaciones de Symbio Wildlife Park, a las afueras de Sydney, Australia. Para que el pequeño koala aprenda todo lo que necesita, otra koala adulta se ha cruzado en su camino ejerciendo el papel de madre. Y es que justo a los 4 meses de edad, los koalas reciben la secreción de una sustancia vital que les permite a estos animales digerir adecuadamente las hojas de eucalipto.
El cambio ha sido significativo para Harry, que además de todo lo que aprende de Imogen, su nueva mamá, disfruta de los mimos de una cuidadora muy especial: Tami Wilson. Y es que entre Harry y Tami ha habido una conexión fuera de lo común, y se envuelven en mimos cada vez que se ven.
Mientras Harry se termina de recuperar y de adaptar al que próximamente será su medio, Tami le regala cuantos abrazos y mimos sea posible, dejándonos imágenes tan tiernas como las que hoy te mostramos.
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