Probablemente hayas escuchado de grandes grupos de personas que juntan su dinero para comprar boletos de lotería, y así tener una mejor oportunidad de ganarse el premio mayor. Más de 120 enfermeras de una unidad de cuidados neonatales decidieron comprar unos cuantos boletos para probar suerte, y los resultados fueron extraordinarios.
A pesar de que solo hubo un ganador del premio mayor de 1.500 millones de dólares, varios otros ganadores ganaron premios menores. El grupo de 126 enfermeras esperaron juntas mientras cantaban los números, para ver si habían ganado. Después del anuncio de los números, revisaron sus boletos y se emocionaron al darse cuenta de que todas iban a compartir un premio de .000.
Después del pago de los impuestos, cada persona del grupo recibiría 50 dólares. Las enfermeras podrían haberse comprado ropa, accesorios u otros artículos personales con esas ganancias. Pero decidieron reunir todo su dinero para hacer algo ligeramente distinto.
Se dice que las enfermeras son como ángeles en la tierra, y Stephanie Brinkman es uno de esos ángeles que decidió poner su dinero, junto al de las otras enfermeras, para marcar una diferencia en la vida de otra persona. No pensaron que de verdad se ganarían ese dinero, por eso pensaron que donar sus ganancias era lo correcto, para garantizar que alguien más se beneficiara.
Dividieron los 7.000 dólares libres de impuestos entre dos trabajadoras del hospital. A una de ellas se le había diagnosticado cáncer a principios de año, y a otra se le había suicidado su hijo apenas unos meses antes del sorteo de la lotería.
No cabe duda que las enfermeras se sintieron muy satisfechas al donar sus ganancias. ¿Conoces a algún amigo o familiar que se dedique a la enfermería? Envíale este hermoso acto de bondad a tus seres queridos para iluminarles el día.
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