En Botswana, una leona es liberada de su recinto, y esta se abalanza sobre un hombre. Se puede cortar la tensión en el aire con un cuchillo. La historia que se esconde tras este episodio es emocionante y simplemente maravillosa.
El alemán Valentin Gruener ha amado a los felinos desde que era pequeño. A una temprana edad, empezó a cuidar en su ciudad natal de animales abandonados y heridos.
Pero el espíritu de un viajero dormía dentro de él. Al principio, se fue a Canadá a trabajar en un yacimiento de petróleo. Pero su pasión por el mundo de los felinos lo llevó a un lugar totalmente diferente. Valentin fue a África, donde quería seguir trabajando con felinos, pero en esta ocasión con especímenes muy grandes.
Y fue allí donde conoció a Mikkel Legarth, un joven de Dinamarca con la misma pasión por el reino animal africano. Un tiempo después, juntos fundaron el “Modisa Wildlife Project” en Botswana, una estación para el rescate de los animales del reino de África.
Un tiempo después, ocurrió un fatídico encuentro. Cerca de la estación, ellos observaron cómo dos cachorros de una manada de leones fueron asesinados, y cómo un tercero fue abandonado para morir de hambre. Ellos no lo pensaron dos veces y fueron al rescate del bebé león.
Acogieron al león cachorro y lo criaron juntos. Su nombre: Sirga. Pero todo fue claro desde el comienzo: Sirga iba a regresar a la vida salvaje y no iba a crecer como los animales en cautiverio.
Valentin y Mikkel son las únicas dos personas que tuvieron contacto con ella, ya que Sirga no debía acostumbrarse completamente a las personas. Eso haría su regreso a la vida salvaje mucho más difícil.
Poco a poco fue creciendo y familiarizándose con la vida exterior, la caza de antílopes y lo que normalmente hacen los leones.
Sirga fue increíblemente bendecida al conocer a Valentin y Mikkel. Ellos no solo le salvaron la vida, sino que se comprometieron conscientemente en asegurarse de que ella luego pudiera vivir en armonía con la naturaleza africana.
Dos hombres cumplieron sus sueños y, a su vez, hicieron del mundo de estos animales un lugar mejor. Comparte la bonita historia de Sirga, Valentin y Mikkel con todos tus amigos.
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