Después de ser abandonada, a Luna le costaba llevarse bien con los demás perros de rescate del Love and Rescue Center de Houston, Texas, Estados Unidos. Sin embargo, Luna conoció a su mejor amigo perro gracias a haber sido rescatada allí: un gran danés de unos 54 kilos llamado Zeus.v
Cuando Dina, del Love and Rescue Center, de Houston, Texas, encontró a Luna, esta era una cachorrita abandonada a un lado de una carretera muy transitada. Su estado de ánimo era tan pésimo que no podía estar de pie o caminar. Por suerte, todavía podía comer algo. Dina la cuidó hasta que se recuperó, poniéndole comida en la mano y dejando que Luna la lamiera.
Luna tardó un tiempo en acostumbrarse a Dina y a los demás perros rescatados. Después de algunas semanas, empezó a caminar, y aunque sus patitas estaban un poco inestables, Dina no se dio por vencida. Revisaba a Luna todos los días y se aseguraba de que estuviera bien alimentada y cuidada. El afecto que le proporcionó fue mejorando poco a poco el ánimo de Luna, y comenzó a abrirse. Movía su colita alrededor de Dina e interactuaba con los demás perros.
El siguiente paso para Luna era correr. Ese fue el punto de inflexión. Tan pronto como las piernas de Luna se tornaron lo suficientemente fuertes como para que pudiera correr, esta se volvió imparable. Sus niveles de energía volvieron al 100%.
Dina se alegró cuando vio a Luna correr por primera vez. Su reacción no tuvo precio. Fue como si le hubieran dado una nueva oportunidad en la vida. Luna también podía comer sola sin que Dina le tuviera que echar una mano.
Los perritos son felices cuando socializan con otros perros. Dina sabía que Luna estaba lista para la siguiente etapa de su recuperación. Todo lo que necesitaba era otro perrito con el que jugar. Por desgracia, Dina no tenía ningún perro de la edad de Luna. Por lo tanto, preguntó por ahí. Dina tuvo suerte de encontrar a otro cachorro para que Luna jugara con él.
Sin embargo, había un pequeño detalle. Luna tenía que jugar con un perro que era casi tres veces su tamaño. Zeus es un cachorro gran danés. Zeus era demasiado grande para Luna. Pesaba unos 54 kilos y su nariz era casi del tamaño de la cabeza de Luna. Para sorpresa de todo el mundo, los dos animales crearon un vínculo muy estrecho pese a la diferencia de tamaño.
Aunque los grandes daneses son enormes, son muy amigables y humildes. Zeus se ha vuelto muy protector con Luna. Es como un hermano mayor, mientras que Luna está feliz de tener un amigo en el que puede confiar. Aunque Luna nunca se asusta, a pesar de su pequeña estatura, Zeus ha ayudado a exponer un lado diferente de ella.
Luna se ha vuelto más abierta con Dina y los demás perros del refugio. Levanta su pata como saludo o para despertar a Dina. Los gestos tan simpáticos de Luna con sus patitas han hecho que algunas personas la comparen con un gato. La historia de Luna es realmente asombrosa. Ha pasado de ser una perrita agresiva a una que da la bienvenida a todo el mundo. Todo gracias a Zeus, que le ha enseñado a ser amable. Puedes ver el vídeo en YouTube y alucinar con la transformación de Luna:
¿No es la relación de Zeus y Luna la más linda que hayas visto en mucho tiempo? Dinos lo que piensas en la sección de comentarios, ¡y asegúrate de compartir este artículo con tus amigos y familiares!
Comentarios