Por desgracia, el mundo en el que vivimos sigue estando gobernado por el miedo y los prejuicios de muchas personas en posiciones de poder. Hay más división y odio que amor. Y esto hace que sea mucho más especial ver ejemplos de personas que celebran las diferencias que existen entre nosotros en lugar de permitir que se conviertan en una causa de división.
Aaron Halbert y su esposa, Rachel Halbert, son dos personas que ven esta diversidad como algo más que diferencias entre personas: sienten un propósito divino. Los Halbert son una pareja de personas blancas que viven su vida acorde a su fe religiosa. La familia de la pareja está compuesta por un hijo afroamericano que adoptaron, una hija birracial y en 2016 sumarían trillizos, también afroamericanos, a la cuenta.
Aaron trabaja como misionero en Tegucigalpa, Honduras, y contó al Washington Post en 2016 la historia de cómo se formó su familia, esto tras recibir comentarios sobre lo poco convencional que se veían. Gracias al artículo de opinión, Rachel y Aaron recibieron mucha atención por sus esfuerzos. Más de 1300 personas comentaron la historia y expresaron su opinión sobre lo que la familia decidió hacer.
En el artículo, Aaron explicaba que entendía que muchos podían quedar perplejos al enterarse de cómo su mujer, una evangélica blanca como él, había decidido dar a luz a tres trillizos afroamericanos. Aaron también comentó que comprendía que esa misma gente se sintiera igualmente desconcertada por el hermano afroamericano de tres años y la hermana birracial de dos años que los esperan en casa.
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Aaron también informó a la gente que la situación le parece completamente normal, ya que es alguien que apoya los asuntos humanitarios. Dice que su mujer obviamente comparte sus opiniones al respecto.
"Crecí como hijo de misioneros evangélicos en Honduras, muy consciente de la diversidad racial porque yo era el niño blanco de ojos azules y con la cabeza de algodón que sobresalía siempre, pero al mismo tiempo me sentía profundamente conectado con la gente de allí, aunque tuviéramos un aspecto muy diferente. Mi mujer, en cambio, creció en el delta del Misisipi y no fue fue sino cuando hizo unos cuantos viajes a Haití cuando se le quitó el velo de los prejuicios raciales".
Aaron también añadió que cree que aceptar la diversidad hace que el mundo sea más fuerte, ya que es "una expresión del genio creativo de Dios".
En el artículo, Aaron explicó que tanto él como su mujer estaban interesados en la adopción, mientras al mismo tiempo intentaban concebir de forma natural.
Cuando empezamos el proceso de adopción, sabíamos que la raza podía jugar un papel importante en nuestra dinámica familiar. Eso nos llevó a reflexionar profundamente sobre cómo sería una familia racialmente diversa", dijo Aaron.
Y añadió: "Creemos que cuando miras a los ojos de cualquier ser humano, miras al rostro de un portador de la imagen de Dios, a los ojos de una persona cuya alma es eterna. Aunque este es el hilo conductor de toda la humanidad, no significa que nuestras diferencias raciales sean insignificantes. Vemos las distintas características físicas de la familia humana como impresionantes recordatorios de la brillantez creativa de Dios. No es que pensemos que la raza no existe, o que no la veamos. De hecho, es lo contrario: la vemos y la aceptamos".
¿Qué piensas de la familia que Aaron y su mujer conformaron? ¿Qué opinas de sus opiniones sobre la diversidad? Cuéntanos tu opinión y comparte el artículo para conocer qué piensan los demás.
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