Cualquier ser vivo atrapado sufre las consecuencias de lo horrible de la situación. Este alce quedó atrapado en un río congelado de Canadá, sin poderse mover y solo hasta que llegó el equipo de rescate. Gracias a que la suerte estaba de su parte y podemos hablar de rescate y final feliz en la misma frase. Menos mal que existen valientes bomberos que se lanzan al agua para salvar vidas, que miran por hacer un lugar mejor de este mundo.
Aproximadamente una hora fue lo que llevó efectuar todo el rescate para poder poner a salvo al enorme animal, que afortunadamente tenía todavía la suficiente fuerza para poder volver por su propio pie a la orilla. Mientras se mantenía a flote en las aguas heladas, los bomberos no paraban ni un segundo de picar el hielo para ayudarle a salir.
Miles de rescates se producen simultáneamente en cualquier parte del mundo. Cualquier animal y ser humano es vulnerable de sufrir una caída, de quedar atrapado o de no saber salir de algún lugar. Por eso es tan importante el que existan personas como estos bomberos, e incluso ciudadanos de a pie y animales que se ayudan los unos a los otros.
Por fortuna todo terminó en un susto para el alce y un rescate más en la lista de estos héroes anónimos.
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