¿Quién se apunta a saborear otra obra maestra de la repostería? ¡Prepárate para un pastel afrutado con base de bizcocho, puré de mango y fresa! La corona de esta tarta de fruta son unas rosas comestibles de mango y fresa. Con gelatina y suficiente refrigerado, habrás preparado un pastel de primera clase que no dejará a nadie indiferente. ¡El resultado es tan hermoso que da pena comerlo!
Porciones: 9-12
Tiempo de preparación: 3 h
Tiempo de cocción y horneado: 1 h 10 min
Tiempo total: 4 h 10 min
Tiempo de espera: mínimo 9 h 30 min
Grado de dificultad: avanzado
Ingredientes:
Para la base de la tarta:
- 6 claras de huevo
- 240 g de azúcar
- 180 g de harina (tipo 405)
- 110 ml de aceite vegetal
- 120 ml de leche
- Aroma de vainilla (opcional y al gusto)
Para los purés de fruta:
- Fresas para aprox. 400 ml de puré de fresa
- Mango para aprox. 400 ml de puré de mango
- 9 hojas de gelatina para el puré de fresa
- 9 hojas de gelatina para el puré de mango
Para las rosas:
- 1 mango maduro pero firme
- 15 fresas grandes
- 3 ramas de menta
Para la gelatina transparente:
- 1 l de agua
- 67 g de azúcar
- 60 ml de jugo de limón (pasado de nuevo por un colador)
- 60 g de hojas de gelatina (unas 27 unidades)
Además:
- Molde para horno (medidas: 23 x 23 x 9 cm)
Preparación:
1. Para la base de bizcocho, bate las claras de huevo y ve agregando poco a poco el azúcar. Bate hasta obtener un merengue firme. Finalmente, añade harina, leche, aceite y aroma de vainilla alternadamente a la masa. Vierte la masa en un molde para horno engrasada y rectangular, y hornea a 170 °C de 30 a 40 minutos con el calor inferior y superior activados. A continuación, deja la base de bizcocho enfriar completamente.
2. Remoja la gelatina durante aproximadamente 10 minutos en agua muy fría. Mientras tanto, calienta las fresas y el mango en una olla por separado a aproximadamente 65 °C. Luego tritúralos. Escurre la gelatina y añade una mitad a cada puré de fruta. Revuelve con cuidado para evitar las burbujas. Deja enfriar los purés hasta que estén ligeramente viscosos.
3. Vierte los purés en dos jarras distintas y viértelos alternadamente sobre la base de bizcocho horneada. Refrigera durante mínimo 3 horas (preferiblemente, 6 horas para que esté bien firme).
4. Pela el mango maduro y firme, córtalo por la mitad y en rebanadas finas. Enrolla 2 rebanadas juntas y luego ve añadiendo rebanada tras rebanada hasta que hayas formado una rosa con un diámetro de unos 7 cm.
5. Retira la parte verde de las fresas y córtalas también en rodajas finas. Enrolla tres rodajas juntas formando un rollito. Ve añadiendo rodaja tras rodaja alrededor del rollito hasta obtener una rosa de unos 7 cm de diámetro. Haz más rosas de mango y fresa siguiendo esta misma técnica (en nuestro pastel hicimos 9 en total).
6. Mezcla agua, azúcar, jugo de limón y gelatina en una olla, y calienta todo a fuego lento a unos 67 °C. Revuelve todo con cuidado con una espátula de goma o se formarán burbujas. Deja la gelatina enfriar hasta que alcance unos 30 °C.
7. Vierte algo de la gelatina transparente sobre el puré del pastel y coloca encima las rosas de mango y fresa. Coloca hojas de menta entre las rosas y vierte con cuidado el resto de la gelatina sobre las rosas hasta cubrirlo todo.
8. Refrigera la tarta durante al menos 5 horas, preferiblemente una noche entera.
¡Sí que merecieron la pena el esfuerzo y la espera! No sabemos si alguna vez vimos un pastel tan bonito, pero está claro que esta tarta es toda una belleza. Las rosas de fruta puedes agregarlas a otros postres. ¡Que aproveche!
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