Los cazadores furtivos son la especie que tendría que estar en peligro de extinción. Si así fuera no tendría que haber gente salvando los animales que ellos van dejando huérfanos. Si los furtivos no existieran no habría tampoco centros de rescate, refugios de animales o reservas.
La caza furtiva es un problema bastante serio en África. Durante las últimas décadas, estos inhumanos con rifle en mano han hecho que varias especies se extingan y están consiguiendo que muchas otras tomen el mismo camino. Y no solo eso, sino que encima rompen la cadena devastando el suministro de alimentos para los grandes depredadores y, además, dañando el ecosistema africano. Todo todo ello sin olvidar los cientos de bebés que quedan huérfanos.
Cuando un turista llamado Liam Burrough fue testigo del abandono de una cría de rinoceronte en Sudáfrica por haber perdido brutalmente a su madre a manos de los cazadores furtivos, tuvo que actuar y no quedarse callado.
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