El proceso de inscripción en la universidad es una especie de ritual por el que pasan muchos adultos jóvenes. Ese proceso puede tener muchas sorpresas: es posible que seamos rechazados por una institución que creíamos que era pan comido, y también es posible que nos admitan en una institución que creíamos que estaba fuera de nuestro alcance.
Un adolescente de Ohio empezó a llenar las planillas de solicitud de ingreso a la universidad, pero se encontró con algo muy sorprendente. Se percató de que su número de seguridad social parecía ser incorrecto. No coincidía con su nombre.
No estaba seguro de qué podía hacer, así que se puso en contacto con un consejero escolar para pedir ayuda. El funcionario descubrió algo inesperado: el chico aparecía en la base de datos del National Center for Missing and Exploited Children (Centro Nacional de Niños Desaparecidos y Explotados). Resulta que había sido secuestrado.
CNN informó que en 2002 el niño vivía con su madre en Alabama. Para aquel entonces, su nombre era Julián Hernández. Un día, su padre decidió irse y llevarse a Julián consigo. Dejó una nota para la madre de Julián, se llevó al niño y desapareció sin dejar rastro.
El hombre se creó una identidad falsa, y también cambió el nombre de Julián. Padre e hijo pasaron más de una década viviendo en Ohio.
Nadie sospechó que Julian era un niño desaparecido, y Julián no tenía ni idea de la situación.
La madre de Julián seguía confiando en que iba a poder recuperar a su hijo en algún momento. Cuando se enteró de que Julián estaba sano y salvo, se sintió aliviada y llena de felicidad.
El padre de Julián fue arrestado, pero el joven no sentía rencor hacia su padre, así que le pidió indulgencia a la jueza. El chico dijo que vivir sin su madre había sido terrible, pero que no tener a su padre cerca sería igual de malo, según reportó CBS News.
Julián pidió que su padre no fuera encarcelado, pero la juez no estuvo de acuerdo. La magistrada sentenció al padre de Julián a cuatro años de prisión, una pena mucho más leve de la que podría haber recibido.
Puedes ver la historia en el video que presentamos a continuación:
¿Habrías perdonado al padre de Julián, como él lo pidió? ¿Crees que la jueza hizo lo correcto al imponerle al padre de Julián una sentencia menor? Cuéntanos lo que opinas, y no te olvides de mostrarles esta historia a tus amigos, para que todos puedan hablar de ella.
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