Ningún padre es perfecto.
Al hablar de padres incluimos tanto a mujeres como hombres. Nadie nace con un manual de “Como ser un buen papá”, pero es excusa para equivocarse con los hijos. Al igual que todos, es necesario equivocarse para aprender.
Siempre ayuda, cuando criamos a nuestros hijos, ponerse en su lugar. Recuerda cómo ras tú a su edad, qué fue lo que te gustó o no te gustó de cómo te educaron tus padres.
Criar a un hijo sola es tarea difícil y más cuando el padre salió de sus vidas pero por más difícil que sea no es bueno hablar mal de él o ella.
No solo siembras sentimientos malos en un niño inocente. Tu pequeño no tiene la culpa de a quien hayas elegido como pareja y padre. Al hablar mal de la persona estas hablando mal de ti y tus elecciones.
Quizá el enojo te gane y deseas que tu hijo vea las fallas en su padre, pero no necesita verlo por lo que tu lo digas. Crecerá y se dará cuenta por sí mismo.
Qué hacer
Los niños siempre se darán cuenta de los problemas que hay en casa. Espera y un día, cuando tu hijo pregunte por qué su padre actúo o hizo lo que hizo, contéstale sinceramente y sin rencores las posibles razones.
Si llega el día, permite que tu hijo busque las respuestas en su padre, pero siempre mantén la calma. No ayuda nada pelear con tu hijo por la situación.
Piensa en la vida tranquila que tú y tu hijo tendrán, o la calidad de padre que pueden llegar a ser y el ejemplo que le estas dando es el que lo guiará para llegar a serlo.
Comparte tus sentimientos de manera tranquila con todos. Ayuda a llegar lejos a otros también.
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