Las pruebas genéticas a bajo precio están cambiando el mundo. Para las personas que fueron adoptadas, ahora es posible localizar a sus familiares.
En 2017, una mujer llamada Connie pidió un kit de ADN. Era su propio regalo de Navidad. Ella había sido adoptada y no tenía ni idea de quién era su madre. Connie es ya una mujer mayor, de unos 60 años. Sabe que las probabilidades de que su madre aún viva son escasas, pero quiere averiguar lo que pueda. Quiere saber de dónde viene.
Ya en posesión de los resultados de ADN, logra localizar a un primo suyo. Le dice al primo el nombre de su madre. Sorprendentemente, su primo dice: "Oh, esa es mi tía. Y todavía vive".
Es un auténtico impacto emocional, pero en el buen sentido.
A 2.400 km de distancia, Genevieve Purinton es una solitaria anciana que vive en un centro para ancianos en Florida. Tenía 88 años y había sobrevivido a sus ocho hermanos, pues con el paso de los años, todos ellos habían muerto. Ella era la única que quedaba.
No tenía hijos. Cuando era más joven, se sometió a una histerectomía debido a un tumor, lo que le impidió intentar volver a tener hijos.
Ella había dado a luz hacía mucho tiempo, en 1949, en Indiana, a una niña que murió durante el parto. O eso fue lo que le dijeron. Las cosas eran diferentes en aquel entonces. Genevieve tenía tan solo 18 años y no estaba casada cuando esa bebé llegó al mundo. Cuando pidió ver a la niña, le dijeron que había muerto al nacer.
Nunca vio a su hija. Pasarían casi siete décadas antes de que supiera que todo fue una mentira.
Por supuesto, Genevieve es la madre de Connie. Connie pudo encontrar su dirección y viajar para verla y decirle en persona "no estoy muerta", mientras intercambiaban un abrazo lleno de lágrimas./p>
69 años después de que le dijeran que su hija había muerto, su hija le dijo personalmente::"No estoy muerta".Genevieve ya no está sola en este mundo.
No solo tiene una hija adulta, sino que también tiene nietos y bisnietos. De repente tiene una familia grande de nuevo, después de que su familia quedara reducida a la nada con el paso de los años. Eso eso creía.
¿Has llorado como hacía tiempo que no lo hacías? ¿Conoces a alguien más a quien le encantaría ver esta conmovedora historia? ¡Compártela con esas personas ahora mismo y alégrales el día!
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