Cada día te das con todo en el gimnasio, caminas tanto como puedas e intentas comer bien. Si has estado haciendo esto por algún tiempo sin ningún resultado en cuanto a perder grasa, no eres el único caso. La mayoría de las personas se encuentran en tu situación. De hecho, millones de personas en el mundo sufren de obesidad. Pensando en esta situación, hemos identificado los ocho principales errores que podrían evitar que quemes grasa.
1. Descuido de la masa corporal
Si no estás perdiendo grasa a pesar de todas las horas de cardio y la reducción del consumo de calorías, el problema podría ser la masa corporal magra. Fortalecer la masa corporal magra estimula el metabolismo en reposo y regula varias hormonas como la leptina, la insulina y la ghrelina, que regulan cómo tus células almacenan grasa.
2. Tener comidas distribuidas en el día
Una estrategia de pérdida de peso que no es efectiva y que la gente suele adoptar es tener varias comidas durante el día. En lugar de intentar perder grasa mediante más comidas repartidas durante el día, es mejor tener una sola comida pesada comida al día. Un régimen de dieta que ha demostrado tener el potencial para ayudar a perder peso es el ayuno intermitente. Consiste en ciclos breves de ayuno y comer sin restricciones. Ayunar le permite al cuerpo producir glucagón para extraer energía de las células grasas.
3. No prestas atención al tipo de calorías que consumes
Cuando estás bajando de peso, tienes que prestar atención al tipo de calorías en tus comidas. Si eres como la mayoría de las personas, lo que más te interesará es la cantidad de caloría que consumes cada día. Ve un poco más allá. Tienes que tener en cuenta que las calorías de las diferentes comidas varían. Un ejemplo: consumir 100 calorías de un alimento rico en almidón como el helado no es igual a consumir las 100 calorías de vegetales. Por lo tanto, ambos tienen diferentes efectos en tu cuerpo porque producen diferentes cantidades de insulina.
Para obtener mejores resultados, ten en cuenta la cantidad de insulina que se libera durante el día. Una gran cantidad de insulina estimula el almacenamiento de grasa. Los carbohidratos, en especial los alimentos que se digieren rápidamente (azúcar simple), disparan los niveles de insulina. Del mismo modo, proteínas como el yogur y la leche descremada puede subir los niveles de insulina. Si no puedes evitar los carbohidratos, quédate con los que sean de digestión lenta.
4. Te dejas embaucar con facilidad por publicidad de píldoras mágicas
De vez en cuando nos bombardean con publicidad de píldoras dietéticas que nos prometen quemar grasa en corto tiempo. Por desgracia, la mayoría de estas píldoras son nocivas porque aumentan el ritmo del corazón en reposo a niveles anormales.
5. Utilizar el cardio como única técnica para perder grasa
Para perder peso debes quemar una gran cantidad de las calorías que consumes. No obstante, esto no significa que el cardio sea la única forma de perder peso. Muchas personas menosprecian otras técnicas y pasan más horas en la caminadora con la ilusión de que el cardio quemará las calorías extra en un corto plazo. Pero algo de lo que no se dan cuenta es de que quemar grasa mediante el cardio necesita consistencia.
Por otra parte, el cardio no es tan fascinante como lo son otros ejercicios. Así es probable que te aburras más rápido, lo que puede ocasionar que pierdas el foco. Por suerte, hay otros métodos para apoyar el ejercicio de cardio. Combinar el ejercicio con pesas y el cardio puede ayudarte a adelgazar, ganar más fuerza y confianza.
6. ¿Estás durmiendo menos?
No dormir lo suficiente puede hacer más difícil perder grasa.No dormir bien afecta dos hormonas que controlan tu saciedad: la ghrelina (que incrementa tu apetito) y la leptina (que te da saciedad). Esto crea un desequilibrio hormonal en el cuerpo. Los niveles de leptina disminuyen al mismo tiempo que aumentan los de ghrelina. Esto muy rápido se convierte en una situación que te engorda.
7. Te estás presionando demasiado.
Créelo, presionarte demasiado puede tener un efecto negativo sobre tus esfuerzos por perder peso. Siempre mantente atento al hecho de que el cuerpo necesita ejercicio y descanso. Demasiado ejercicio sin descanso aumentará el cortisol en tu cuerpo.
8. Estás estresado.
Lo peor del estrés o la depresión es que, incluso si comes bien y haces ejercicio, tu cuerpo no puede quemar grasa. Tus intentos desesperados de perder peso pueden desencadenar estrés, lo que hace más difícil perder peso. Cuando estás estresado, tu cuerpo aumenta la producción de cortisol (una hormona esteroide), y un nivel alto de cortisol significa que el cuerpo no puede procesar la grasa extra tan rápido como debería. La hormona hace que te apetezca la comida con almidón. Eventualmente, la situación creará algo así como un círculo vicioso.
¿Has identificado la razón por la que no puedes quemar grasa tan rápido como te gustaría? ¡Cuéntanos en la sección de comentarios cuáles de estas razones te tienen estancado! Y si conoces a un amigo que está pasando por un desafío similar, ayúdalo pasándole este artículo.
Comentarios