La carrera de Mark Ruffalo fue una historia de dificultades antes de su gran éxito como uno de los más grandes actores de Hollywood. Alcanzó la fama tarde, pero previamente tuvo que lidiar con depresión y con un período de desgaste prematuro.
Sabía en su corazón que quería ser actor y finalmente tuvo su oportunidad con un gran papel en una película; no obstante, por desgracia fue en el mismo período en el que le habían diagnosticado un tumor cerebral. Mantuvo el diagnóstico oculto a su familia hasta que su esposa dio a luz a su primer hijo.
Mark Ruffalo ha hablado abiertamente sobre su juventud, confesando a New York Magazine que deambulaba sin objetivo, surfeando y fumando luego de graduarse de la escuela preparatoria, llegando casi al punto de lanzarse desde un puente. También contó para The Observer que sufre de una depresión crónica leve que lo aflige a diario. Por ello dio un gran giro a su vida invirtiendo energía en la actuación y en trabajar hasta que comenzó a obtener papeles.
Ruffalo dio el gran salto a la fama en el thriller de 2001 "El último castillo", junto a Robert Redford y James Gandolfini, cuando recibió la desoladora noticia de su diagnóstico médico. Extrañamente, solo fue al médico porque había tenido un sueño en el que tenía un tumor cerebral y estuvo en lo correcto. Contó para The Guardian que había sido un sueño tan claro e inusual que supo que tenía que ir.
Su esposa, Sunrise Coigney, estaba embarazada de su primer hijo juntos para el momento y el actor que pronto sería padre no quería estresarla.
"No le contó a nadie por semanas", dijo su madre a Men's Journal. "Cuando finalmente lo hizo, me quedé como que... 'Oh, Dios mío. ¿Cómo pudiste guardártelo?'".
Ruffalo tomó la decisión de contarle a su esposa y a su familia una semana después de que su hijo Keen naciera. Luego, dos semanas más tarde, le realizaron su cirugía.
El proceso de curación fue duro para la estrella del cine, en especial porque le dejó un lado de su rostro paralizado. Sus esperanzas de una carrera en Hollywood parecían hacerse trizas y decidió aislarse del mundo, envolviéndose en una especie de exilio auto impuesto. No obstante, eventualmente sus músculos recuperaron su movimiento y fue capaz de usar toda su cara, aunque sigue estando sordo de un oído hoy en día.
Desde entonces, Ruffalo tuvo dos hijos más con su esposa y ha trabajado en una sorprendente cantidad de películas, al menos en 30 desde su cirugía de acuerdo con IMDb. Incluso logró hacerse con el icónico papel del Increíble Hulk en las películas de Avenger de Marvel, y nominaciones a mejor actor en los Premios Óscar por "En primera plana", "Foxcatcher" y "Mi familia".
¿Qué habrías hecho de estar en la posición de Mark Ruffalo? ¿Esperarías para contar la desoladora noticia o simplemente la contarías al conocerla? Cuéntanos.
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