En este mundo hay muchas enfermedades raras que no siempre tienen una explicación médica.
Lamentablemente no podemos comprenderlo todo y esa allí donde radica parte de la base del sufrimiento de algunas personas.
Casos peculiares de medicina hay en todo el mundo, pero en Asia se han dado los más locos. Por ejemplo, en Singapur está el caso de Pei Shan.
Hija de lo que denominaríamos una pareja normal. Padres jóvenes que esperaban a su primera hija con muchas ganas, pero esta nacería con una extraña condición. Pei nació con extremidades más cortas que el tamaño promedio, fue diagnosticada inicialmente con el síndrome de Sanfilippo.
Pero tan solo unos meses se enteraron de algo mucho peor ¡Su hija había dejado de crecer! Así de sencillo, su tamaño no variaba. Además, su sistema inmune era muy débil.
Lo del síndrome de Sanfilippo había quedado atrás, ahora se sabe que sus problemas son otros. El diagnóstico es tan reservado que no dan pronósticos de vida, pero es un poco absurdo esto, pues ¡Pei Shan ya tiene 17 años! Así es, aunque solo parezca una bebé.
Las enfermedades congénitas son las únicas causantes de lo que ocurre en la vida de Pei Shan. Entre sus muchos cuadros de enfermedad se conoce que no puede caminar y que nunca ha de dejar los pañales. Además sus pulmones necesitan de asistencia.
Como vemos en la fotografía, Pei se esfuerza por hacer cosas que nadie apostaría que ella pudiese hacer. Toca el piano y tiene habilidades de pintura como pocos.
Sus padres se dedican solo a ella y a darle la vida digna que merece; por esto se han vuelto personas muy religiosas.
Pei Shan les responde aprovechando cada oportunidad y viviendo al máximo.
Sin duda alguna un gran ejemplo de vida para las personas que sencillamente lo dan todo por sentado.
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