“Todos que tienen más o menos 50 años deben leerlo, quizás los jóvenes también”. Así empieza un post publicado en Facebook por Anders Sahlin de Suecia en el 2013. Su mensaje sigue actual y por eso nos gustaría que leyeráis lo que ya compartieron más de 6000 personas.
Todos que tienen más o menos 50 años deben leerlo, quizás los jóvenes también.
Estaba pagando por mi compra cuando una cajera jóven me sugirió que debiera tener mi propia bolsa de compra ya que estas de plástico no eran buenas para el medio ambiente. Le pidé perdón y le expliqué que en nuestros tiempos nadie pensaba sobre el medio ambiente de esta manera. La mujer me respondió que exactamente eso fue el problema: “su generación no cuidaba el medio ambiente suficientemente”.
Por supuesto, tenía razón en un caso. En nuestros tiempos nadie pensaba sobre el medio ambiente así como ahora.
¿Qué teníamos en nuestros tiempos? Lo pensé bien y después de sumergirme en mis recuerdos entendí que...
Teníamos botellas de leche de las que se las devolvía a la tienda. Luego las tiendas las mandaban de vuelta al producente de leche que las lavaba y usaba de nuevo, pero no, no pensábamos sobre el medio ambiente.
Usábamos escaleras ya que no en todos los edificios, tiendas y escuelas habían ascensores. Cuando íbamos a cualquier tienda, no necesitábamos coches para andar unos metros, pero de hecho la cajera tenía razón. Nadie de nosotros pensaba sobre el medio ambiente.
Teníamos que lavar pañales de nuestros bebés ya que no habían pañuelos desechables. Nuestra colada se secaba fuera, en el viento, porque nadie tenía secadoras eléctricas. La energía solar y la eólica eran suficientes en aquellos tiempos.
Nuestros hijos usaban la ropa de sus hermanos mayores y no se trataba de ropa de marca, pero sí, la cajera tenía razón, nadie de nosotros se preocupaba por el medio ambiente.
En nuestras casas había solo un televisor y una radio. No teníamos televisores en todas las habitaciones, además la pantalla era de tamaño de un pañuelo y no enorme como la mitad de la isla de Gotland.
En la cocina teníamos que hacerlo todo con nuestras propias manos, no habían herramientas como las hay ahora. Cuando teníamos que envolver unas cosas delicadas, usábamos unos periódicos ya leídos y no papel de burbujas.
En nuestros tiempos no gastábamos tanta gasolina porque no usábamos cortacespedes, bastaba tener una guadaña. Practicábamos deporte trabajando así que no íbamos al gimnasio para usar pistas y bicicletas que consumían mucha energía eléctrica, pero sí, la cajera tenía razón, nadie de nosotros pensaba en el medio ambiente.
Bebíamos agua del grifo para no comprar otra botella de agua. Llenábamos nuestras plumas con tinta y por eso nadie compraba bolígrafos. Cambiábamos hojas de afeitar, pues nadie compraba una nueva cuchilla de afeitar, pero no, no pensábamos sobre el medio ambiente.
En nuestros tiempos la gente iba en autobuses, los niños íban a la escuela en sus bicicletas o andando. No pedíamos taxi. En cada cuarto de nuestros hogares había una toma eléctrica y por eso no hacían falta alargadores. Nadie necesitaba un dispositivo eléctrico solo para mandar una señal a unos 3000 kilómetros arriba para comprobar si había una pizzería cerca.
Es desagradable que la generación de hoy cree que la nuestra desperdiciaba los recursos naturales solo por la falta de algo llamado “el pensamiento sobre el medio ambiente”?
Comparte este artículo con todas las personas que necesitan una lección sobre cómo se cuidaba el medio ambiente antes y también con todas las personas jóvenes que no entienden algunas cuestiones.
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