Solo tuvo cuatro años con él, pero Ruth Scully disfrutó cada momento que tuvo con su hijo, Nolan. Después de una larga batalla contra el cánc3r, su madre estuvo día y noche al lado de su pequeño desde que tenía 3 años y se le diagnosticó la etapa terminal.
Pocas personas están preparadas para despedir a un ser querido, mucho menos para perder a un hijo, dicen por ahí que no existe dolor más grande que ese y Ruth Scully lo vivió en carne propia.
El 1 de febrero de hace algunos años, Nolan perdió la batalla contra el cánc3r y su madre decidió publicar en un mensaje los últimos momentos que viv1eron juntos.
La publicación se volvió viral y desde entonces sigue siendo compartida por el conmovedor mensaje e historia de esta familia. Cuando lo leas, sentirás el inmenso amor que se tenían y la increíble fuerza de este pequeño luchador que sin saberlo impactó la vida de muchas personas.
“Cuando llevé a Nolan al h0spital la última vez, supe que había algo más que no era solo un caso persistente de C-DIFF. Lo sabía, y lo suficientemente extraño, creo que él también. No había comido ni bebido nada en días y vomitaba continuamente”.
“El 1 de febrero nos sentamos con su equipo completo. Cuando habló su oncóloga, vi el dolor en sus ojos.
Ella siempre había sido honesta con nosotros y luchó junto a nosotros todo el tiempo, pero su tomografía computarizada actualizada mostró tum0r3s grandes que crecieron comprimiendo sus bronquios y su corazón a las cuatro semanas de su c1rugía abierta de tórax”.
A lo largo de la enfermedad de su hijo, Ruth documentó gran parte de su proceso a través de Facebook, la gente comenzó a enviarle constantemente mensajes de afecto y ánimos, pero nadie te prepara para despedirte de alguien a quien amas.
“Al día siguiente estaba descansando, ya que dormía la mayoría de los días posteriores. Teníamos hospicio a bordo, todos sus medicament0s intraven0s0s, incluso su DNR (Orden de no reanimar) firmado.
No puedo explicarle cómo se siente firmar una orden de “No r3suc1tar” de emergencia para su hijo».
Momentos después, la mujer narra su intención de llevarlo a casa y pasar una última noche juntos, cuando Nolan despertó, puso gentilmente su mano encima de la de su mamá y le dijo «Mami, está bien».
Entre dificultades para respirar y un cuerpo sumamente cansado de todo lo que ha pasado, el pequeño Nolan dijo las palabras que silenciaron a su madre y a todo el mundo que viera la nota.
«Solo debo ir al cielo a jugar hasta que llegues».
Varias horas después, Ruth se apresuró a tomar una ducha, se despidió de Nolan y cuando volvió de la regadera, le avisaron que su pequeño estaba en un sueño profundo, antes de irse le dijo sus últimas palabras: «Te amo, mamá».
Un héroe mur10 con solo 4 años de v1da y con una de las peores enferm3dades que un humano tendría que sufr1r, sin embargo, él fue el ejemplo perfecto de que los grandes luchadores pueden ser pequeños de edad pero no de corazón.
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