Cada año, el 25 de marzo, un pueblo entero en Croacia contiene la respiración mientras contempla el enorme nido de uno de sus tejados. Allí vive una cigüeña hembra llamada Melena. Melena espera el regreso del amor de su vida, Klepetan, su esposo. Pero este año, ha tenido que esperar mucho.
Esta pareja de cigüeñas lleva 15 años viviendo en el pueblo. Cada agosto, Klepetan deja su nido para emigrar al sur. Melena no puede acompañarlo ya que hace 22 años la hirió un cazador italiano. Esta herida la ha dejado “encadenada” a su nido durante el resto de su vida.
Pero Klepetan es un esposo fiel. Al igual que abandona el nido cada otoño, regresa cada año por marzo. Los vecinos del pueblo podrían adaptar sus relojes al evento. Pero este año Klepetan llegaba tarde y todo el pueblo estaba preocupado. Finalmente, apareció en el horizonte una semana después de lo acostumbrado, pero Melena parecía perdonárselo. Después de todo, su esposo había sobrevolado 12.000 km desde Sudáfrica, pasando por el Cuerno de África y el desierto árabe, hasta llegar a Croacia.
Incluso Vokić, el “casero” de la pareja, suspiró de alivio al ver de nuevo a Klepetan. Vokić sabía que era Klepetan al ver la seguridad con la que se dirigía a su destino. El hombre colocó como cada año el cubo de peces que da la bienvenida a Klepetan.
La relación a distancia de las aves no solo ha conmovido a la gente del pueblo; su historia ha viajado alrededor de mundo. Las dos cigüeñas han inspirado incluso un corto animado (en inglés):
Aunque las cigüeñas suelen permanecer juntas durante mucho tiempo, los 15 años que Melena y Klepetan llevan juntos son, sin duda, algo asombroso. La pareja ya ha traído a más de 40 cigüeñitas al mundo.
Aquí puedes ver a Klepetan en pleno vuelo:
Estas cigüeñas son la prueba de la existencia del amor eterno. La historia de Melena y Klepetan ofrece un rayo de esperanza a los que sigan buscando a su media naranja.
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