Tras los aluviones y riadas sufridas en 2012, la ciudad austriaca de Grein supo que debía desarrollar algún sistema de contención con el que protegerse. Pero los diques y muros de carga que hasta entonces instalaba no eran suficientes. La fuerza del Danubio era tal que los arrancaba de cuajo destruyendo todo a su paso.
La solución no fue sencilla, pues requería que la obra pudiera ser instalada y retirada rápidamente, según las necesidades de la ciudad y la climatología. El resultado ha sido una obra de ingeniería brillante que no te puedes perder.
Comentarios