Puede haber gente realmente mala en el mundo. Desde personas que no respetan la vida de nadie a humanos sin alma como los cazadores furtivos. Con este último tipo de maldad fue con la que tuvo que lidiar la organización IAR (Internatinal Animal Rescue) cuando recibió una llamada de aviso, pero lo que encontraron supera con creces cualquier cosa que puedas imaginar.
Abandonado en un pequeña caja de cartón un bebé orangután medio momificado luchaba todavía por conservar su vida. Verlo era estar delante de uno de los casos más impactantes de crueldad animal.
Un precioso bebé orangután huérfano, abandonado para que muriera después de haber sido medio momificado a causa del sol y la desnutrición. Realmente es necesario no tener alma, ni corazón, ni siquiera una pizca de humanidad para hacer algo así. Todo ocurrió en Borneo, donde por desgracia los cazadores furtivos actúan con frecuencia.
Gito, el bonito orangután de 5 meses, estaba dentro de una caja de cartón cerrada, empapada de orina y abandonada al sol
El equipo de rescate lo daba por muerto cuando abrió la caja, tumbado con los brazos cruzados y con la mayoría del pelo caído ya parecía una momia
Inmediatamente después de rescatarlo lo trasladaron a la clínica veterinaria, en un larguísimo viaje de 9 horas en moto
A pesar de las pocas posibilidades que tenía de sobrevivir Gito soportó el viaje de 9 horas y llegó a la clínica donde ya lo esperaban con los brazos abiertos y todo preparado para tratarle la sarna sarcóptica que tenía
El pobre estaba tan débil que apenas podía sentarse o ponerse en posición vertical
Desde la organización IAR alertaban de la subida del número de orangutanes cogidos de la naturaleza para usarlos como mascotas
Aunque tiene un largo camino de recuperación por delante, por suerte Gito está ya fuera de peligro
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