Dicen que los doctores realmente nunca se encuentran fuera de servicio y una madre que estaba por tener a su bebé fue la prueba de esto, cuando retrasó su propio trabajo de parto para asistir a otra paciente embarazada en el hospital. La Dr. Amanda Hess, una ginecoobstetra de Frankfort, Kentucky, entró al hospital para dar a luz a su propio bebé. Sin embargo, pronto escuchó que una paciente cercana necesitaba ayuda.
"¿Esa es una mujer gritando?", preguntó el esposo de Amanda. La doctora intuyó lo que estaba pasando. Resultó que otra paciente estaba necesitando ayuda. La mujer, Leah Halliday Johnson, había dilatado más rápido de lo esperado, y su bebé estaba por llegar,muy pronto.
El médico de Leah estaba regresando de un descanso, pero sus contracciones eran constantes y el dolor era casi insoportable. Estaba gritando en agonía y lista para parir. Amanda no pudo quedarse sin hacer nada, así que se puso en acción a pesar de sus propias contracciones. Usó otra bata para cubrir la suya y cubrió sus zapatos con un par de botas antes de entrar deprisa a la la habitación de Leah.
Logró sacar al bebé al mismo tiempo que dilató por completo. Su propio bebé estaba a punto de llegar, así que la doctora tuvo que terminar rápidamente con el parto de Leah y regresó a su propia habitación para dar a luz a una saludable bebé.
Partos inesperados
Los bebés tienen una mente propia. Mientras que el trabajo de parto promedio de una madre primeriza está entre las 6 y 12 horas, este puede progresar rápidamente en muchos casos y resultar en nacimientos que ocurren en lugares inesperados.
Si quieres acelerar tu trabajo de parto, asegúrate de estar de pie y mantenerte activa. Las madres en movimiento experimentan trabajos de parto más rápidos. Aunque la mayoría de las pacientes pasan todo el tiempo luchando contra las contracciones en una cama de hospital, hay muchas otrasposiciones que son más favorables y que pueden acelerar el proceso y hacer las contracciones más tolerables.
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