A pesar de que los de hielo tienen menos calorías hay que tener en cuenta su contenido en azúcar.
Aunque no es plan pasarse el verano (ni el resto de la vida) contando calorías, hay cosas que merece la pena saberlas. Detalles como que, con esas dos bolas de helado con las que pretendemos digerir mejor la paella, estamos sumando al arroz (entrantes, bebidas, etc), más o menos, "140 calorías, de las cuales 8 gr son de grasa (más de la mitad de ellas, saturadas) y de azúcar", explica Lina Robles, jefa del Servicio de Nutrición y Dietética en el Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela (Madrid).
Pero todavía hay más. Si al aporte calórico mencionado le añadimos el 'agravante' de una de esas maravillosas siestas veraniegas, el concepto el 'heladito digestivo' no puede estar más alejado de la realidad.
¿Qué hacemos entonces? Lo primero, si realmente nos preocupa el tema, es ser conscientes de lo que tomamos y no dejarnos llevar por leyendas nutricionales. "Hay que mirar la composición. Puede ser que, aparentemente un sabor nos parezca mas ligero, pero su elaboración implique la utilización de ingredientes añadidos que aumenten el valor calórico y graso", recomienda Robles.
Al existir tanta variedad, señala esta especialista, "la composición nutricional es muy amplia". Sin embargo, a grandes rasgos, podemos decir que "un helado de crema oscila entre las 160-260 Kcalorias/100 g y los polos o sorbetes es inferior a 40 kcal /100 g".
Los hidratos de carbono que aportan son, en su mayoría, procedentes "de la sacarosa o el azúcar común y la glucosa o jarabe de glucosa (representan un 15% en los de crema o de leche)".
Llegados a este punto, parece claro que la opción más 'light' es de los de hielo pero, ojo, que aquí también hay letra pequeña: "Todos los helados engordan. Lo que sí es cierto es que los de hielo son menos calóricos y tienen menos contenido en grasas que los de crema. Sin embargo, los primeros generalmente tienen un alto contenido en azúcar".
Tampoco debemos de caer en la trampa de creer en la 'bondad' de la vainilla frente al chocolate (por poner un ejemplo): "Puede ser que, aparentemente un sabor nos parezca mas ligero, pero su elaboración implique la utilización de ingredientes añadidos que aumenten el valor calórico y graso".
A esto habría que añadir el 'extra' del continente, "porque si, en lugar de un cucurucho, nos tomamos una tarrina o un polo, lógicamente, también disminuye el valor calórico un poco".
ALTERNATIVAS SALUDABLES
Por eso, Lina Robles recomienda "consumir más polos de hielo que helados o, si no, una hacerlos en casa porque, de esta manera, vamos a poder controlar el contenido en azucares, grasas, etc".
Una alternativa saludable y deliciosa es preparar "un helado de yogur casero con frutas al que, incluso, podríamos ponerle algo de chocolate puro para hacerlo más atractivo sin aumentar las calorías, el azúcar y la grasa".
Otro detalle importante que podemos tener en cuenta es el momento del día en el que podemos premiarnos con ese delicioso helado que tanto nos gusta: "Siempre es más aconsejable tomarlo en un momento del día en el que podamos 'quemarlo'. Es decir, mejor si después de disfrutarlo, nadamos, caminamos o practicamos algún deporte en lugar de quedarnos sentados o nos vamos a dormir la siesta".
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