En la Nube de Algodón ya hemos hablado de la importancia y los beneficios que tienen los animales, especialmente los perros, para el buen desarrollo y crecimiento de los niños. Una mascota es capaz de educar socialmente a un niño, debido a sus capacidades de relación, les permite aprender y estructurar conductas.
Además de ser los mejores amigos, los vínculos entre los seres humanos y los perros hacen que se cree una relación de confianza mutua y se desarrollan multitud de atributos sociales hacia estos animales, especialmente el amor, el afecto, el compañerismo y la intimidad. Los perros dan ejemplo de fidelidad y lealtad y enseñan a los niños a saber estar solos si es necesario, a adaptarse a las normas de la familia y de la convivencia.
Un bonito ejemplo de este tipo de relación nos llega de la mano de estos dos peculiares protagonistas. Un husky y un bebé, ¡menudo par! El bebé se acerca al animal y comienza a balbucear de manera incomprensible. El adorable husky no está seguro de lo que este bebé está diciendo, pero eso no le impide iniciar una conversación con el pequeño mientras el padre de esta familia lo graba todo.
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