Muchas mujeres en el mundo sueñan y anhelan ser madres pero extrañamente no les resulta tan fácil lograr concebir a sus pequeños hijos, bien sea a través de la manera tradicional y natural, por adopción o involucrando en el proceso a la ciencia y medicina a través de la inseminación artificial.
Para nadie es un secreto que en algunos países del mundo resulta un proceso realmente largo y costoso el de la adopción. Recurrir a una instancia gubernamental, donde sea un juez quien dictamine si eres o no apta, para entrar luego a una interminable lista de espera, es un camino muy largo para recorrer.
Pero cuando el deseo de una mujer es tan grande no se rinde tan fácilmente, tal es el caso de esta mujer que logró tener a su hijo a los 61 años de edad.
Muchas mujeres en el mundo sueñan y anhelan ser madres pero extrañamente no les resulta tan fácil lograr concebir a sus pequeños hijos, bien sea a través de la manera tradicional y natural, por adopción o involucrando en el proceso a la ciencia y medicina a través de la inseminación artificial.
Para nadie es un secreto que en algunos países del mundo resulta un proceso realmente largo y costoso el de la adopción. Recurrir a una instancia gubernamental, donde sea un juez quien dictamine si eres o no apta, para entrar luego a una interminable lista de espera, es un camino muy largo para recorrer.
Pero cuando el deseo de una mujer es tan grande no se rinde tan fácilmente, tal es el caso de esta mujer que logró tener a su hijo a los 61 años de edad.
Ana Pontelo, vive en Brasil y a sus 61 años cumplió su sueño de ser madre. Al momento de intentarlo infinidad de veces de la manera natural y luego descartar por completo la adopción, opto por irse por el camino de la fecundación in vitro.
Este proceso aunque es realmente costoso tiene una alta tasa de probabilidad de que sea exitoso y el caso de Ana no fue la excepción.
Tras una intervención monitorizada Ana tuvo que esperar tan sólo 2 semanas para confirmar que efectivamente estaba en estado.
“Fueron las dos semanas más largas de mi vida, no dormía y tenia mucha ansiedad”.
Al monto de resultar positiva comienza u largo camino, lleno de controles y chequeos médicos constantemente.
“Por mi edad tan avanzada me tuvieron que cuidar el triple de un embarazo en condiciones ‘normales’”.
Este embarazo llegó hasta la semana 39 y luego de una exitosa intervención, Ana por fin pudo tener a su pequeño hijo en brazos a quien llamó Ian.
“Definitivamente es más de lo que le pedí a la vida, mi sueño por fin fue cumplido y me siento realmente bendecida”.
Aunque muchos opinan que esta mujer le está ocasionando un gran daño al pequeño a largo plazo, ella se mantiene feliz y optimista.
No olvides compartir esta increíble historia y déjanos tu comentario, queremos saber si consideras que esta mujer actuó bien al decidir traer a un niño al mundo a sus ya 61 años de edad.
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