Esta imagen se volvió viral en todo el mundo, ahora tiene un hermoso final
Un niño siendo acompañado de su hermana mayor mientras vomitaba por el tratamiento de quimioterapias para tratar su leucemia dio la vuelta al mundo en una fotografía que estremece el corazón. Sin embargo, el desenlace es mucho mejor al que todos esperaban.
“Estamos viendo más a un niño normal (…) Es realmente genial. Ha aumentado su confianza”, contó la madre.
Esta enfermedad es algo que no se le desea a nadie, ni pasarla o acompañar a alguien a que la pase. Viene acompañada de complicaciones, tratamientos y mucha ansiedad al no saber qué va a ocurrir.
En búsqueda de un poco de confort para este tipo de situaciones, es común escuchar a quienes padecen esta enfermedad compartir muchos detalles de lo que ocurre al rededor de ella. Esto fue lo que le ocurrió a una madre que, en búsqueda de apoyo en su situación, compartió una serie de fotografías que mostraban a su hijo menor, luchando por contener los síntomas al tratamiento de la quimioterapia, siendo asistido por su valiente hermana mayor.
Su nombre es Beckett, quien fue diagnosticado con una leucemia linfoblástica aguda en 2018, cuando solamente tenía 2 años de edad. A partir de ese momento, la vida del pequeño estuvo acompañada de la enfermedad, pero también de si madre, Kaitlin Burge y su hermana Aubrey, quien fue su ancla en este mar de incertidumbre.
Ahora su historia da un giro que todos esperaban, la mejoría de Beckett. Durante años tuvo que soportar momentos indescriptibles acompañado de su familia, amigos y conocidos, para a resistir su tratamiento.
Según el medio Daily Mail, Kaitlin informó que los doctores por fin le entregaron su certificado de buena salud al ver que evolucionaba de manera favorable a sus quimioterapias. Ya no necesitaba de ellas y podía regresar a estudiar, cosa que el pequeño Beckett deseaba desde lo profundo de su corazón.
De acuerdo a su madre, el vínculo que tienen los hermanos es irrompible y fue pieza clave para la recuperación del menor.
“Desarrollaron un vínculo que solo tienen los hermanos y que yo ni siquiera podía reemplazar“, Comenta.
Ahora Beckett luce como hace años que no lo hacía. Tiene una sonrisa en su rostro y ha podido ver a sus amigos de la escuela que no paraban de preguntar por su estado de salud.
“Tenía el cerebro muy confuso y no entendía nada (…) Ahora, es algo interesante de ver. El otro día estábamos sentados en la mesa y él estaba leyendo“, Continúa la madre.
Sin embargo, le han quedado alguna secuelas, producto del tratamiento, como dolores de piernas y otras articulaciones, pero para Beckett esto es el menor de las inconveniencias pues no le importa al jugar con su hermana todos los días, justo como lo hacía antes de la enfermedad.
“Ahora pueden jugar como hermanos normales (…) Están afuera jugando juntos y siendo niños“, Concluye.
No te vayas sin compartir esta nota con tus amigos, la esperanza es lo que nos mantiene vivos.
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