¿Una serpiente que tiene pinchos? No. Todavía, y menos mal, no existen ejemplares tan grandes con semejantes pinchos por todo su cuerpo. El resultado de esta imagen, una boa enorme con púas, es otra historia.
Esta enorme boa constrictor de cuatro metros tuvo la genial idea de intentar comerse un puercoespín. Este desafortunado encuentro sucedió en Brasil, donde un hombre se encontró con esta imagen.
La serpiente no dejaba de mover y retorcer su cuerpo debido al dolor que le causaban las púas del puercoespín. ¿A quién se le ocurre encargar semejante cena?
El pequeño animal con púas pudo escapar de ser engullido por esta serpiente gracias a que perdió algunas, bastantes, de sus púas. Solo pensarlo produce cierto dolor.
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