Una niña pequeña de Sichuany, China, había encontrado un pequeño perrito de camino al colegio. Al ver que el pequeño cachorro estaba solo, la niña lo metió en su mochila para llevarlo al colegio con ella y no dejarlo a la intemperie.
Cualquiera hubiéramos hecho lo mismo que esta pequeña. Ya en el colegio entró a clase como el resto de sus compañeros, pero con una gran diferencia: ella llevaba un pequeño cachorro de perro en su mochila.
La profesora no tardó en darse cuenta, pero su sorpresa fue que al acercarse a la pequeña ésta empezó a llorar desconsoladamente. La niña no quería que le separaran de su diminuto nuevo amigo. Después de ver sus lágrimas, y al ver que el perrito no hacía más que dormir en la mochila de la niña, la maestra permitió que se quedara donde estaba hasta el final de la clase que estaban dando.
Lo mejor de todo es que finalmente dejaron que esta niña y su hermana gemela se quedaran con el perrito. Les esperan grandes dosis de diversión y amor con una mascota en sus vida. Eso sí, las lágrimas de la niña ha conseguido robarnos el corazón.
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