Hay momentos en la vida que no podríamos describir con palabras y que se quedan grabados a fuego en nuestra memoria; pero poder grabarlos en vídeo para revivirlos una y otra vez no tiene precio.
Estoy segura de que eso es lo que piensa Darryl McConnell cada vez que ve las impresionantes imágenes que filmó a unos 100 metros de las playas del Monte Maunganui, en Tauranga (Nueva Zelanda).
Cuando salió del trabajo, se enteró de que habían avistado a un grupo de ballenas jorobadas cerca de la costa y no se lo penso dos veces antes de ir a por su tabla de paddle. Decidido, se echó al mar armado con su cámara de vídeo dispuesto a vivir un momento inolvidable. ¡Y vaya si lo consiguió!
¿Qué habrías hecho tú en una situación así? Seguro que más de uno habría salido corriendo sobre las aguas.
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