El niño de 10 años cogió un tren Madrid-Ávila para huir de sus padres, que lo golpeaban frecuentemente
Un niño de 10 años se vio obligado a huir de sus padres, buscando escapar del ciclo de violencia que marcaba su vida diaria. El abuso frecuente infligido por sus propios padres lo llevaron a tomar la decisión de abordar un tren con destino a Ávila desde Madrid para poder huir de sus padres. El niño escapaba en un intento desesperado por hallar refugio y seguridad lejos del entorno hostil de sus padres.
El menor se vio obligado a tomar medidas extremas debido a la violencia que sufrían tanto él como su hermana, también menor. Este acto llevó al niño a abordar un tren con destino a Ávila, en busca de un respiro de la brutalidad de su vida cotidiana. Fue un revisor del tren el que alertó a las autoridades sobre la presencia de un niño desorientado que viajaba solo.
El niño cogió un ferrocarril para huir de sus padres
El pasado 1 de abril, sobre las 18:30 horas, la Policía Nacional fue informada del caso y actuó de inmediato para localizar al menor. Una vez en custodia policial, el niño reveló el terrible calvario que él y su hermana, de 13 años y que también confirmaba las agresiones, sufrían en manos de sus padres. Relató cómo eran agredidos constantemente con cinturones, cables de cargador y otros objetos, dejando en evidencia un patrón de abuso alarmante.
Las autoridades no tardaron en localizar a los padres y procedieron a su detención después de la investigación de los hechos. Los progenitores, lejos de negar las acusaciones, justificaron sus acciones como una forma de educar a sus hijos cuando estos ''se portaban mal''. La gravedad de la situación llevó a los agentes a tomar medidas contundentes con respecto a su custodia.
A los padres se les ha retirado la custodia momentáneamente
La policía contactó con el fiscal de menores, quien determinó el ingreso de los niños en un centro de internamiento en la ciudad. Mientras tanto, los padres enfrentarán cargos por un supuesto delito de maltrato habitual, que tendrá una pena mayor al tratarse de sus dos hijos menores. Este es un recordatorio de los peligros que enfrentan muchos niños dentro de sus propios hogares.
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