El hombre, de 85 años, decidió irse a casa pese a la gravedad de su salud para dejar libre su cama del hospital
Son muchas las historias tristes que ha dejado ya el coronavirus en todo el mundo, aunque también ha dejado otros tantas historias más de ayuda, solidaridad y bondad. Son muchas las personas que, en tiempos malos, dan todo de ellas para ayudar a otras y estas son también historias que merecen ser contadas.
Un caso único y sorprendente se ha dado hace muy poco en la India, donde el coronavirus está atacando en las últimas semanas con fuerza y está provocando la hospitalización de cientos de personas, muchas de ellas de no muy avanzada edad.
Hay que recordar que se trata del país en el que se ha detectado por primera vez una variante más agresiva del coronavirus y que está provocando cada vez casos y muchos de ellos más graves de lo normal.
El protagonista de esta historia es Narayan Dabhalka, un anciano de 85 años que, por desgracia, ya ha fallecido. Este hombre se había contagiado hace unos días de coronavirus y, pese a que los primeros días de la enfermedad los pudo pasar en casa sin muchas complicaciones, los problemas graves llegaron para él al poco tiempo.
Al empeorar un día su salud, los familiares del hombre lo llevaron hasta un hospital para que lo atendieran allí, los doctores lo ingresaron para darle la atención que necesitaba, sin embargo, a las pocas horas de estar allí, al parecer, le confirmaron que su salud había empeorado bastante y que no podían hacer ya mucho más por él.
Pese a ello, el hombre iba a permanecer ingresado y bajo el cuidado de los médicos, pero algo sucedió que hizo que Narayan pidiera a los médicos que lo enviaran de vuelta a casa y vaciaran su cama para que otro paciente pudiera ingresar.
Al parecer, mientras el hombre había estado ingresado en el hospital, había escuchado como una mujer rogaba a algunos médicos para que ingresaran a su marido, que se encontraba también en estado grave después de haberse contagiado del covid.
Al decirle los médicos que no podían hacer mucho más por su salud, el anciano no lo dudó y pidió que cedieran esa cama al hombre. «Salvar la vida de un joven es más importante. Sus hijos son pequeños… por favor, denle mi cama», se ha sabido que dijo el hombre a los médicos.
En un primer momento los médicos se negaron pero ante la insistencia y decisión del hombre, acabaron por ceder a su petición, y lo enviaron de vuelta a casa.
Al parecer, el anciano estaba convencido de que sería mejor para todos dejar libre esa cama e ir a pasar los últimos días que le quedaban de vida junto a su familia, en vez de hacerlo solo en una cama de hospital.
Así pues, el hombre terminó de nuevo en su casa y, a las pocas horas de volver del hospital, perdió la vida a consecuencia del estado de salud que ya presentaba debido al coronavirus.
Fue su decisión y los médicos de ese centro le apoyaron, según se ha sabido, antes de marcharse les dijo a los doctores y enfermeros que le habían atendido que no se preocuparan con una frase sin duda conmovedora: «Yo ya he vivido mi vida».
Se trata de una triste historia que da que pensar, pues quizás en medio de una pandemia mundial en la que todo el mundo se ve afectado una de las cosas más preciadas y de ayuda es la solidaridad.
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