Era un simpatizante de los Dominican Don't Play y habría sido víctima de una emboscada de los Trinitarios
M. P., de 18 años y nacionalidad española, es la cuarta víctima mortal de las bandas latinas en lo que va de año en Madrid. El joven fue brutalmente apuñalado por un grupo de diez menores ayer al mediodía, en plena calle, en Villaverde. La policía busca ahora a los autores del salvaje crimen.
Según El Español, el joven asesinado simpatizaba con los Dominican Don’t Play, una de las bandas latinas más activas en Madrid. En el barrio se rumorea que habría sido víctima de una emboscada por parte de otra banda, los Trinitarios. La policía lo investiga como una posible venganza entre bandas juveniles.
El origen podría estar en el doble crimen de Diego y Jaime, dos jóvenes trinitarios, el 5 de febrero. También podría estar relacionado con la reyerta entre pandilleros que tuvo lugar la semana pasada en la misma zona. “Dicen que han ido a por él por liarla el otro día”, se comenta en el barrio.
Cómo ocurrió el crimen
M. P., un joven del barrio con melena y chándal, se encontraba ayer al mediodía en un parque junto a las antiguas vías del tren de Los Ángeles (Villaverde). Eran las 12:40 cuando fue atacado por una decena de menores latinos estando solo. Los testigos aseguran que eran “un montón contra uno”.
Le acorralaron, le apuñalaron en varias partes del cuerpo y le golpearon con un cinturón. Los atacantes, encapuchados y con la mascarilla puesta, tiraron las armas detrás de una valla y huyeron del lugar. El joven, malherido, caminó unos metros hasta la calle Alcocer, frente al Mercadona, y se desplomó.
La víctima presentaba heridas en la espalda y en el abdomen, una de tal calibre que le llegó hasta el corazón. Los primeros efectivos del Summa-112 realizaron las primeras labores de reanimación hasta que llegaron los médicos del Samur-Protección Civil. Estuvieron casi una hora intentando salvarle la vida.
La pelea de la semana pasada
A la desesperada, los médicos practicaron a la víctima una toracotomía, una técnica radical consistente en abrir la zona lateral del cuerpo y masajear directamente el corazón. De nada sirvió, y el joven acabó muriendo allí mismo. El padre reconoció el cadáver y los familiares fueron atendidos por los psicólogos.
Policía Local de Villaverde y Policía Nacional hicieron las primeras pesquisas en el lugar. Inspeccionaron la zona del parque en busca de armas, y encontraron dos cuchillos. Ahora revisan las cámaras de seguridad del supermercado por si pudieran haber captado a los agresores en su huida.
En el entorno hay un tenso silencio, pero en la mente de todos está la pelea que la semana pasada hubo a 300 metros de allí entre Trinitarios y DDP. Aquella pelea se saldó con tres heridos y dos detenidos. Según cuentan, el joven apuñalado ayer habría participado en esa reyerta y ayer lo pagó con su vida.
El posible motivo del crimen
La policía aún no ha confirmado que se trata de un ajuste de cuentas entre bandas, aunque es lo más probable. El crimen se produce en plena expansión de los Trinitarios en la zona de San Cristóbal de los Ángeles. Esto les lleva a enfrentarse directamente con los DDP, que controlan el territorio.
Si se confirma, se trataría de una nueva víctima de las bandas latinas después de tres meses sin fallecidos. Y sería, en todos caso, el cuarto joven muerto en el contexto de las peleas entre bandas juveniles. La policía lleva tiempo advirtiendo de la gravedad de la situación en la Comunidad de Madrid.
El pasado mes de febrero, tras el asesinato de dos jóvenes, la delegación del Gobierno activó un plan contra las bandas callejeras. Desde entonces se han identificado 32.297 personas y 304 han sido detenidos. También se han requisado 124 armas, lo cual deja al descubierto la gravedad del problema.
La muerte de Jaime
“Tenemos a menores armados hasta los dientes campando a sus anchas por la calle”. Era la advertencia de la policía española tras el asesinato de Diego y Jaime en una sola noche, el pasado 5 de febrero. El caso de Jaime fue especialmente significativo, porque en su entorno desconocían sus actividades.
Jaime era un chico de 15 años que iba al instituto y jugaba a fútbol, mostrando un carácter tímido y amable. Sin embargo, la policía encontró en sus redes sociales evidencias de que simpatizaba con los Trinitarios. El joven llevaba una doble vida: tímido y sumiso de día, pandillero de noche.
Jaime fue brutalmente atacado a las puertas de una discoteca en Atocha por un grupo de pandilleros de los DDP. Ahora, un supuesto simpatizante de los DDP ha pagado con su vida la factura de sangre de este tipo de reyertas. Una venganza más que vuelve a hacer saltar las alarmas de la violencia callejera.
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