Solo aquellos que han vivido la desagradable angustia y tristeza ocasionada por la pérdida de una mascota, sabrán lo difícil que puede ser esa situación y cómo para los dueños la esperanza nunca se pierde.
Un episodio lamentable de este tipo vivió una pareja cuyo perrita desapareció mientras estaban en los trámites de una mudanza.
Lo bueno de este caso es que el can logró regresar a los brazos de sus papitos.
La pena embargó a los esposos Judy y Ray Price, de Queensland (Canadá), cuando su pastora suiza llamada Xena se perdió.
Estas personas se habían mudado a una casa nueva, a la cual la perrita ovejera no se terminaba de adaptar y cayó en una especie de estado depresivo.
Fueron muchos cambios para la pobre Xena.
Judy y Ray notaron que el cambio de casa se le estaba haciendo difícil a su amada peluda y creyeron que enviarla a uno de los ranchos de la familia sería la solución.
La mujer sospechó que la tristeza de Xena no era sólo porque extrañara la casa, sino porque tenía menos espacio para distraerse. Poe eso creyó que no había mejor remedio que unos días al aire libre.
Por desgracia todo salió terriblemente mal.
Resulta que estando en el rancho Xena se perdió, ahora extrañaba no sólo su antigua casa sino a sus papitos y decidió salir en busca de ellos. Todo esto sin imaginarse que sus grandes instintos ovejeros le fallarían y terminaría por desorientarse con facilidad.
Cuando la pareja supo que Xena había escapado sintió una mezcla de tristeza y remordimientos, pues su decisión no había sido la mejor.
Ahora debían hacer todo por recuperarla.
Aunque intentaron ubicarla por meses, la esperanza comenzaba a mitigarse para estos esposos. Sin embargo, la fortuna y el destino estuvieron de su lado y tiempo después de perderse Xena ha vuelto a casa.
“Cuando recibimos la llamada del nuevo propietario, no podíamos creerlo. Nos subimos al coche y lloramos durante todo el trayecto. La hemos llamado ‘el milagro de la Mareema desaparecida’. Fue la emoción de ver su hermoso rostro de nuevo y saber que había sobrevivido y que estaba de vuelta con su hermana y con nosotros”, dijo Judy Price.
Xena había pasado los últimos 6 meses vagando por las calles hasta que una persona la rescató con la intención de adoptarla pero gracias al microchip pudo regresar a su verdadero hogar.
Según los veterinarios, la peluda sobrevivió todos estos meses gracias a sus instintos cazadores, pues los profesionales presumen que se mantuvo con una alimentación basada en reptiles y el agua de lluvia acumulada entre los arbustos.
Quien pierda a una mascota pierde una parte de su vida, pero este caso demuestra que siempre puede ocurrir un milagro. Comparte esta historia para que todos los que buscan a sus mascotas mantengan la fe.
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