Hemos hablado de este tema muchas veces, pero no dejaremos de hacerlo hasta que no dejemos de ver que ocurren cosas así. Se trata de la gestión de los criaderos de perros. De la mala gestión, en concreto, pero también de la simple existencia de estos lugares donde los animales son tratados como máquinas que fabrican cachorros.
A ello, le sumamos la cantidad de perros abandonados, maltratados y olvidados que abarrotan los refugios esperando que alguien les brinde una oportunidad. Y con todo ello, la única conclusión a la que podemos llegar es que los criaderos de perros no deberían existir, ni aún cuando se gestionan con responsabilidad. Las consecuencias de sus prácticas son negativas en tantos aspectos que es difícil encontrar un solo motivo para defender un negocio así.
Además, cuando vemos lo que pasa en muchas de estas “fábricas de cachorros”, nos convencemos automáticamente de que es algo que no está bien.
La entrenadora y rehabilitadora de perros Victoria Stilwell nos relata y muestra el rescate que se llevó a cabo en una criadero de perros del Condado de Cherokke, en Georgia (Estados Unidos). Cuando el equipo de rescate llegó al centro, las condiciones de los animales eran, como poco, lamentables. Por suerte, se consiguió que las autoridades interviniesen y se puedo rescatar a los más de 500 perros y cachorros que vivían en jaulas para conejos.
Una vez tratados, aseados y rehabilitados, todos los animales fueron puestos en adopción y -esto te va a hacer recuperar la fe en la humanidad- cientos de personas hicieron cola, incluso por la noche, para convertirse en la familia de todos y cada uno de los perros. No te pierdas el vídeo con toda la historia y verás lo que ocurrió un año después del rescate. Sencillamente genial.
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