«Dejé mi trabajo para poder atender a mi esposo»
Las mujeres llevan un par de siglos buscando su lugar en la sociedad pues, debido al avance tecnológico en el trabajo, el hombre dejó de ser necesario por su fuerza natural. Si bien en la naturaleza hay una arquitectura social muy marcada con una jerarquía de poder basada en la fuerza, esto está cambiando radicalmente. Hace 30 mil años estas jerarquías eran lógicas, se necesitaba de la fuerza corporal para competir contra la naturaleza ¿Pero qué pasa cuando ya no estamos compitiendo con fuerza, sino con inteligencia?
Es entonces que las, ya arcaicas, estructuras de poder no pueden seguir siendo la norma, pero también es cierto que nosotros no somos nadie para decirle a quien sea cómo vivir su vida si lo que hace no nos afecta en nada. Este debate se ha despertado con la popularidad del caso de Katrina Holte quien decidió renunciar a su trabajo para dedicarse totalmente a su marido.
Dedicarse al hogar es algo que muchas mujeres consideran que esto también debió ser enterrado en el pasado, pero, cómo verás, hay quienes siguen defendiendo el deshacerse de la independencia y abrazar el rol donde el hombre está en el punto alto de importancia.
Katrina tenía 30 años cuando decidió dejar su trabajo de tiempo completo y comenzó a usar su tiempo para atender a diario a su esposo. Ella está orgullosa de su decisión y cree que todas las mujeres deberían por lo menos considerar seguir sus pasos.
«Los hombres deberían ser mimados por sus esposas» Es como responde la mujer cuando le cuestionan por su decisión. Su esposo es un gerente de ingeniería de 28 años llamado Lars y recibe la total atención de Katrina. Ella no solo ha decidido ser ama de casa, sino que ha decidido hacer todo en un ambiente de los 50, cuando, según ella, las mujeres tenían la única tarea de cuidar de sus esposos.
«Siento que estoy viviendo como siempre quise. Es la vida de mis sueños y mi esposo comparte mi visión». Explica.
«Estoy de acuerdo con valores pasados de moda, como ser ama de casa, cuidar de su familia, cuidar a las personas que viven en ella y mantener su casa en excelentes condiciones, para que todos se sientan relajados«.
El día de Katrina comienza a las 6:30 a.m. Ahí es cuando busca la ropa que su esposo usará en el día y la plancha para que en cuanto despierte esté lista. Además le hace el desayuno y almuerzo que se llevará a su trabajo. Tras la salida de su esposo se dedica a lavar y ordenar su casa.
Cuando Lars regresa de su trabajo ella ya tiene la cena lista. Después de la cena se dedican a usar el tiempo restante para jugar juegos de mesa, escuchar música en vinilos o viendo programas de televisión. Katrina dice que esta es la vida que siempre soñó.
¿Tú le darías una oportunidad a la vida que tiene Katrina? ¡Déjanoslo saber en los comentarios! No te olvides de compartir esta nota con tus amigos para saber quien más seguiría los pasos de esta mujer.
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