Desde hace 6 años se lleva a cabo un maravilloso proyecto en la pequeña población de Piplantri, en el estado de Rajastan, India. Cuando el alcalde del pueblo, Shyam Sundar Paliwal perdió a su hija, decidió plantar 111 árboles en su memoria. Pero esto sirvió de inspiración para otra idea: ¿y si se plantaran 111 árboles cada vez que naciera una niña?
En un país donde las mujeres parecen tener cada vez menos derechos y las niñas son asesinadas cuando aún son bebés, este es un maravilloso gesto para celebrar el nacimiento de una hija. También une a las familias, ya que estas plantan y cuidan de los árboles durante muchos años.
Ya se han plantado más de 40.000 árboles y el pueblo se ha transformado en un verde oasis. Esto ha provocado otro resultado inesperado.
Los árboles que se plantan son a menudo frutales. Para protegerlos de los animales, los habitantes del pueblo han sembrado plantas de aloe vera alrededor de las raíces. Estas plantas se venden ahora. Piplantri ha sufrido un cambio económico a raíz de estas plantas, y ahora son económicamente independientes.
Qué idea tan bonita, además de sostenible. Un honor para su hija fallecida, un regalo para las recién nacidas así como un beneficio para el medioambiente y la economía: un proyecto completamente redondo.
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