¿Hace un rato ya que la lavadora debería haber acabado y sin embargo continúas esperando para poder colgar la ropa? A veces el último minuto se extiende tanto que parece una eternidad. ¿A qué se debe? ¿Está todo en nuestra cabeza o es de verdad así?
Te sorprenderá saber que esto es más que una sensación: efectivamente, a veces la lavadora necesita más tiempo que el indicado. En este artículo te contamos por qué.
1. Dosis incorrecta de jabón
Si te excedes con el jabón en polvo, la lavadora necesitará más tiempo para poder enjuagarlo del todo. Recién cuando los sensores no registran espuma comienza el centrifugado. Cuanto más tenga que enjuagar, más tiempo necesitará para el programa. Este es uno de los motivos más frecuentes en el retraso del lavado.
2. Baja presión de agua
Si el problema no es la dosis de jabón, entonces puede que se deba a la presión del agua, que deberá ser alta o por lo menos normal para que la lavadora pueda llenarse de agua en los tiempos indicados. Si tienes problemas en las cañerías o si se usa agua en simultáneo en muchos lugares de la casa, probablemente la presión bajará y la lavadora necesitará más tiempo.
Por eso, procura no utilizar mucha agua durante el lavado, evitando las duchas, el riego y actividades similares.
3. Temperatura baja del agua
Si la lavadora solo está conectada al agua fría, este puede ser un motivo para el retraso en el lavado, ya que esta tendrá que calentar el agua antes de comenzar. Cuanto más fría el agua, más tardará el lavado. Si tienes la posibilidad, conecta la lavadora al agua caliente y así ahorrarás, además de tiempo, energía eléctrica.
4. Mala posición de la ropa
Cuando cargamos correctamente la lavadora, el contenido se presiona, durante el centrifugado, de manera uniforme dentro del tambor. La ropa adquiere así una forma de anillo y el tambor girará sin problemas. En cambio, si colocamos muy poca ropa o incluso solo una prenda grande, generaremos un desbalance en el tambor: la ropa no se repartirá uniformemente dentro de la lavadora y se producirá un desequilibrio.
Los sensores del electrodoméstico detectan el problema inmediatamente y detienen así el centrifugado para evitar daños. El tambor comienza luego a girar en dirección contraria, para distribuir la ropa uniformemente. Por último, el centrifugado recomienza. En caso de que se detecte nuevamente un desequilibrio, la lavadora repetirá este proceso algunas veces hasta que, finalmente, pondrá fin al programa de lavado sin centrifugar. La ropa quedará en este caso muy mojada. Por eso, si existe un desequilibrio en la carga, la lavadora probablemente necesitará más tiempo que el indicado.
Si, a pesar de una carga incorrecta, la lavadora consigue centrifugar, los últimos minutos del programa serán mucho más largos, ya que los sensores en el interior de la lavadora tienen que cerciorarse de que el agua ha sido correctamente expulsada para terminar con el lavado y, en caso de que haya un desequilibrio, este proceso llevará mucho más tiempo.
5. El reloj en el display
Según fabricantes, la indicación en el display muestra una aproximación al tiempo necesario para el lavado, ya que se calcula de acuerdo a condiciones óptimas. Además de los factores mencionados, también tienen un rol el peso y la suciedad de la ropa a lavar. Si durante el lavado algo no sale de acuerdo a lo esperado, la duración del programa se extiende automáticamente.
Ahora por lo menos sabes que no estás loco y que no te lo has inventado: a veces el tiempo indicado para el lavado simplemente no coincide con el real. Pero también sabes que con los consejos de este artículo puedes hacer algo al respecto.
Si deseas sumergirte en el fascinante mundo del lavado, pásate por este artículo donde te develamos las respuestas a las preguntas más frecuentes sobre las lavadoras.
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