La leche es uno de los alimentos más consumidos en el mundo. Sin embargo, un estudio reciente cuestiona su beneficio para la salud
La leche es uno de esos alimentos que nos ha acompañado prácticamente toda la vida. Desde que éramos pequeños nos inculcaban su consumo, ya que decían que fortalecía los huesos y los dientes. Lo cierto es que, a pesar de aportar muchos nutrientes, un estudio acaba de relacionar su consumo con una mayor probabilidad de desarrollar una temida enfermedad.
La leche, en el punto de mira de los científicos
Los investigadores de Loma Linda University Health (LLU) han querido estudiar la posible relación de la leche con un tipo de cáncer. En concreto, el cáncer de próstata, uno de los más prevalentes entre la población masculina. Sin ir más lejos, en España se llegaron a diagnosticar hasta 35.000 mil casos en este último año.
Un dato que resulta bastante preocupante, ya que los factores de riesgo todavía siguen siendo desconocidos. En este sentido, los expertos querían encontrar una hipotética relación entre el consumo de leche o lácteos y las células tumorales. En definitiva, comprobar si el consumo de leche es un factor de riesgo determinante.
Las conclusiones no podrían ser más alarmantes: el consumo de lácteos podría repercutir directamente en el desarrollo de dicha enfermedad. Los hallazgos encontrados sugieren que los hombres que consumen más cantidad de lácteos pueden tener un riesgo mayor de padecer cáncer de próstata.
Sin embargo, también se estudió la asociación de otros alimentos ricos en calcio no lácteo, pero no se pudo constatar ninguna relación. Esto, por lo tanto, indicaría que además del calcio existen otras sustancias que podrían influir en el aumento de posibilidades de padecer este cáncer.
El calcio lácteo y no lácteo
Para llegar a estas conclusiones fue necesario realizar una separación importante. Gary Fraser, profesor de la Escuela de Medicina de la LLU y autor principal del estudio, evaluó junto a sus compañeros la ingesta alimenticia de más de 28.000 hombres norteamericanos.
Todos ellos estaban libres de cáncer al inicio de dicho estudio, y tuvieron que realizar cuestionarios de frecuencia alimentaria repetidos de 24 horas. Para llevar este estudio a cabo, se tuvieron en cuenta también otros factores como los antecedentes familiares, el consumo de alcohol o su IMC.
Durante el estudio, los investigadores decidieron analizar por separado la ingesta de calcio lácteo y no lácteo. En este último se incluyen los frutos secos, las semillas, las legumbres y las verduras, entre otras cosas.
Tras analizar los resultados, se comprobó que no había diferencias entre la leche entera o la leche desnatada. Sin embargo, sí se encontró que los hombres que consumían una media de 430 gramos de lácteos al día tenían un 25% más de riesgo de padecer cáncer de próstata. Esto, en comparación con los hombres que solo consumían 20,2 gramos de lácteos por semana.
Los investigadores realizaron un seguimiento de los pacientes durante 8 años. En todo este tiempo, y tras finalizar el estudio, 1.254 de ellos fueron diagnosticados con cáncer de próstata.
Tomar leche, ¿sí o no?
Realmente los investigadores hacen hincapié en que faltan evidencias para concluir que el consumo de calcio pueda provocar cáncer de próstata. No obstante, puede haber algunas sustancias en la leche de vaca que haría aumentar el riesgo de padecerlo.
Una de las hipótesis que está encima de la mesa es el contenido de hormonas de la leche de vaca. Esto quiere decir que el cáncer de próstata puede responder a dichas hormonas, las cuales están presentes hasta en el 75% de las vacas lecheras embarazadas.
También se realizó un estudio previo sobre los efectos de los lácteos en el cáncer de mama de algunas mujeres. Ahora bien, no se llegó a ninguna conclusión ni tampoco se confirmaron las evidencias. En definitiva, aún falta más investigación para confirmar o desmentir las hipótesis, teniendo en cuenta que hablamos de un estudio observacional y no un ensayo clínico.
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