El sueño de Whitney y James Meserve era tener hijos. Sin embargo, ante impedimentos físicos que les impedían concebir niños, decidieron ser padres adoptivos.
Aunque empezaron por cuidar solo a un par de hermanos, optaron por cumplir el sueño de Navidad de los pequeños y reunir a toda la familia.
Inicialmente, la pareja había adoptado a Norah y a Sebastian. Emocionados por la llegada de sus nuevos integrantes, incluso tomaron un curso preparatorio para ser buenos ‘padres adoptivos’.
No obstante, al enterarse de que los hermanos biológicos de sus niños de 12 y 11 años iban a ser separados, quisieron darle felicidad a su familia con una nueva adopción.
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Por esta razón, en vísperas de Navidad, decidieron adoptar cinco más: Aubrey, de 11 años; Jayda, de 10; Preslee, 9; Rylynne, 8; y Addison, de 4 años de edad. Todo con el objetivo de que pudieran pasar su primer festividad en familia.
En total, ahora los Meserve ya crían a siete niños en su hogar ubicado en Kentucky (Estados Unidos). Tanto la escuela, como los vecinos de la familia se encargaron de darle una calurosa bienvenida a toda familia.
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Los pequeños mostraron su emoción luego de saber que ninguno de ellos iba a crecer sin sus hermanos, por lo que catalogaron la adopción como el mejor regalo de Navidad que podían recibir.
“Ahora podemos comenzar el año con felicidad y terminar el año con felicidad”, concluyó James Meserve a un medio local.
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