Ese dolor molesto que tienes en el hombro desde hace algunos días puede tener un nombre y se llama tendinitis de hombro.
Esta inflamación producida por micro roturas del tendón genera inflamación y dolor alrededor de la articulación impidiendo el normal movimiento.
¿Cuáles son las causas?
Una tendinitis de hombro puede darse debido a distintos factores entre los que contamos:
- La edad: Como ocurre con tantas otras cosas, el paso del tiempo suele ser la causa de muchas cuestiones ligadas a los problemas articulares. El envejecimiento de los tendones hace que estos pierdan elasticidad y provocan la degeneración del tendón. Las tendinitis de hombro aparecen a partir de los 40 años de edad.
- Sobrecarga muscular: El movimiento frecuente del brazo al realizar determinadas tareas o incluso con la práctica de un deporte que implica un esfuerzo constante del rozamiento del tendón provoca un traumatismo a repetición que afecta la estructura tendinosa. Esta es una de las causas que más ha aumentado en los últimos años.
- Una lesión: Un accidente, una caída, un estiramiento brusco de los tendones pueden provocar una lesión que deje como secuela una tendinitis de hombro crónica. Esto puede darse en adultos jóvenes, principalmente.
- Factor vascular: Los músculos de esa zona reciben escasa irrigación sanguínea y con el correr del tiempo la mala circulación en el tendón puede ser la antesala para un proceso degenerativo.
- No debemos dejar de lado que también existen otro tipo de tendinitis y que también se dan en talones, codos y muñecas, además de los hombros.
Síntomas de tendinitis de hombro:
- Dolor al momento de elevar los brazos.
- Dolor agudo con una actividad en particular.
- Dolor durante la noche. Dificultad para encontrar posición para dormir.
Hora de actuar.
Todos los dolores son molestos y nadie quiere sentirse mal, pero en el caso de los dolores articulares el agravante es que nos impiden movernos y poco a poco nos van confinando al sedentarismo absoluto y a la dependencia de terceros, incluso para realizar las tareas más sencillas.
En el caso de la tendinitis, lo primero es atacar la inflamación para que cuando disminuya, esto signifique una merma del dolor.
Puedes optar por inmovilizar la zona, para favorecer la desinflamación del tendón y no someterlo a más esfuerzos.
También podemos utilizar recursos que tienen que ver con la aplicación de compresas intercalando frío y calor durante 20 minutos por vez alternando entre una y otra. Repite la operación 5 veces.
Utiliza hielo envuelto en un paño para que no toque la piel de manera directa y paños que calentarás sobre una estufa o con la plancha.
En ocasiones, los médicos sugieren una rehabilitación con sesiones de fisioterapia que se compone de ejercicios con aumento gradual de la intensidad y que sirven para fortalecer los tendones y procurar que el hombro no vuelva a resentirse.
¿Cómo evitar una tendinitis?
En primer lugar, si ya tuviste este problema y te recuperaste, es importante saber que la posibilidad de que vuelva a suceder está latente. En caso de que las tendinitis no se traten y se prolongue en el tiempo la falta de atención, corremos el riesgo de lesiones más serias o ruptura del tendón.
Para reducir los riesgos te sugerimos tomar estos recaudos:
- Si practicas deportes de alto impacto previo a comenzar con la actividad, realiza ejercicios de calentamiento. Esto es fundamental.
- Si tienes un trabajo en el que debes realizar movimientos repetitivos, intenta alternar entre un brazo y otro o descansar cada tantos minutos para no resentir la zona.
- Realiza ejercicios de fortalecimiento del hombro y sus músculos.
- Mantente hidratado.
- Realiza masajes para aliviar las contracturas.
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