Los músicos necesitan practicar mucho con su instrumento, por eso es importante que quien viva con ellos también disfrute de la práctica. De lo contrario, la convicencia puede ser difícil.
Pero lo que es perfecto es que tus compañeros vitales se animen a acompañarte en tu práctica de la música. Es justo lo que hace este husky cuando su humano toca su intrumento: le acompaña con su precioso aullido.
Parece lo mismo un quejido lastimoso que el acompañamiento perfecto para la balada triste de este saxo.
Aunque podría interpretarse que el animal está haciendo saber su gusto (o disgusto) por la música, la explicación es mucho más sencilla: el aullido es un sonido característico de los lobos (y algunos perros), con caracter social para localizar a la manada.
Por ello, algunos sonidos parecidos (como este caso, o la sirena de una ambulancia) puede ser respondido de esta manera para nuestro deleite. Si además acompaña a la música como anillo al dedo, perfecto.
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