A veces el sueño llega en el momento más inesperado, y cuando realmente llega, pocas cosas podemos hacer para que no nos afecte. El ser humano tiene una gran capacidad de actividad, pero el cuerpo es sabio, y si necesita descansar, como mucho nos da una tregua para que nos de tiempo de llegar a la cama.
Los bebés, que tienen menos capacidad de control en cuanto a las necesidades fisiológicas, son capaces de dormirse en los lugares más inverosímiles y en las posturas más surrealistas. Y tal y como decimos nosotros siempre, existen muchas semejanzas entre los animales y los niños por características como esta.
Os lo demostramos una vez más con un pequeño vídeo capaz de ablandarnos en corazón, ya que su protagonista es un encantador felino que, a pesar de su evidente sueño, hace todo lo posible por permanecer despierto y alerta.
La escena te recordará a las míticas ‘cabezadas’ de los abuelos en el sillón, o incluso a las tuyas propias en un momento dado. Eso sí, hay que reconocer que viniendo de este pequeño gatito, es imposible no morir de amor al verlo.
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