Llegan las Navidades y en estos días previos pensamos en el mejor regalo para nuestros seres queridos. Ropa, viajes, perfumes, placeres, experiencias o dinero son los más comunes entre los adultos. Los niños, obviamente, esperan los regalos. Infinidad de juguetes se ofrecen en esta época del año. Muchas veces uno no sabe qué elegir para un sobrino o los hijos de nuestros amigos. Pero tal vez sepamos que a los pequeños les gustan los animales. Y entonces nuestra sorpresa navideña podría ser un animalito. ¡Grave error! No hay que regalar mascotas en Navidad, porque probablemente terminarán abandonadas.
Es muy normal que los niños adoren a los perros y gatos. Y a otros animales también. Si le preguntamos a un niño de menos de diez años qué quiere ser cuando sea adulto, su respuesta no variará mucho: futbolista, presidente, policía, bombero, médico o veterinario. Es lógico que así suceda. Los niños tienen mucho amor para dar. Y los animales también. Por eso, cuando existe una conexión entre ambos, se puede llegar a crear una relación mágica. Pero un niño no puede hacerse responsable de un animal. Y es en ese punto en el que surgen los problemas. Problemas que, lamentablemente, siempre terminan solucionándose con el sufrimiento de quien no tiene voz: el animal.
Primer damnificado: el animal
Las estadísticas que realizan las asociaciones protectoras de animales estiman que alrededor del 30% de los animales que son regalados en Navidad son abandonados a los pocos meses de haber sido considerados “el mejor obsequio” en las Fiestas de Fin de Año.
Es una cifra realmente alta y que genera mucho dolor. Y también bronca, porque es producto de la irresponsabilidad de quienes regalan animales como si fueran juguetes. El niño puede aburrirse de un juguete y dejarlo abandonado en un cesto o debajo de su cama. Pero un animal es una responsabilidad muy distinta, que no recae sobre el pequeño sino sobre su familia.
Como tener una mascota es una decisión muy personal, antes de regalar un animal primero hay que consultarlo con la familia a la que queremos sorprender. Porque si no están preparados, la sorpresa será bastante ingrata y el pobre animal caerá en un hogar que no lo esperaba, que no lo quiere y no podrá cuidarlo y atenderlo como se merece.
Qué tener en cuenta antes de regalar mascotas en Navidad
Regalar un animal es una decisión muy importante. Recibirlo, también. Requiere de un compromiso a largo plazo, ya que ese ser se convertirá en parte de la familia. El primer consejo es no comprar animales, sino salvarle la vida a otro que la esté pasando mal. De esa manera, no fomentaremos la explotación que favorece a aquellos que comercian con vidas animales. Y al mismo tiempo, le regalaremos otra oportunidad de ser feliz a un perro o gato que ya fue abandonado por otra familia que no supo estar a la altura de las circunstancias. Los animales son muy agradecidos y si en su segunda experiencia reciben el amor que no tuvieron en su primer hogar, devolverán a quienes los adoptaron el triple del cariño que reciban.
¿Realmente quiere una mascota la familia a la que planeo regalársela?
Lo primero es asegurarse que la persona que va a recibir al nuevo compañero realmente lo quiera.
¿Qué animales le gustan?
No todas las personas aman a todos los animales. No es una obligación. O tal vez, prefieren animales tranquilos y no juguetones. O al revés, hay niños en la casa y sería mejor que llegara un cachorro para que ambos liberen sus energías al mismo tiempo. Es mejor asegurarse de que la elección será del agrado del homenajeado. Sino, esa mascota correrá riesgo de engrosar ese 30% de animales abandonados luego de haber sido regalados en Navidad.
¿Tiene tiempo para atenderla?
Una mascota necesita muchos cuidados y atenciones. Hay que saber alimentarla y asearla. Requiere una buena atención sanitaria. Y sobre todo, tiempo, porque hay que dedicarle mucho tiempo para jugar con ella, sacarla a pasear y educarla. Sin paciencia ni tiempo libre, la relación entre dueño y animal no fluirá correctamente.
¿Tiene dinero para atenderla?
Lamentablemente, no solo con amor y cariño se mantiene a una mascota. Su alimento cuesta dinero. También las vacunas y las visitas al veterinario. Por eso, si regalamos una mascota, tenemos que tener en cuenta que la persona que la reciba podrá mantenerla correctamente. Porque si no le estaremos complicando la vida a nuestros amigos, y al animal.
¿Hay personas alérgicas en la casa?
Muchas personas son alérgicas a ciertos animales. Antes de hacer el regalo, primero tenemos que averiguar si no existe esta condición dentro de la familia que va a recibir a la mascota.
¿Tiene espacio para atenderla?
Antes de regalar mascotas en Navidad hay que averiguar el lugar donde iría a vivir el animal. ¿Es posible regalar un perro de mediano o gran tamaño? ¿O es mejor optar por un animal pequeño pues la casa o departamento donde vivirá cuenta con poco espacio? Un animal necesita liberar su energía diariamente. Por eso, un perro grande en un piso diminuto es una aberración que no tenemos que fomentar.
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