El trabajo duro abre muchas puertas en la vida. Tanto si deseas ser cinturón negro en taekwondo, graduarte en una universidad de la Ivy League, o tener un restaurante de renombre mundial, has de trabajar duro y tienes que comprometerte con todo tu ser para lograr tus objetivos.
En una noticia que ya se ha vuelto viral, un niño de Queensland, en Australia, de tan solo 7 años, ahorró lo suficiente como para comprarse un poni. Cuando sus padres le trajeron el animal, se puede decir que el niño quedó más que encantado.
Sebastian Kent siente profundo amor por los animales y, en particular, por los caballos. Cuando Sebastian tenía 4 años, montó a caballo en una granja local y se enamoró de la belleza y de la dignidad características de estas criaturas. Al volver a casa, Sebastian estaba decidido a ahorrar lo suficiente como para comprar un poni para su familia.
Según informa 9News, Sebastian se propuso alcanzar su sueño vendiendo limonada y otras bebidas en un puesto cerca de la casa de su familia. El pequeño puesto tiene un cartel escrito con mucho arte que dice: “Sebastian and Co. Cold Drink Station".
Además de limonada, Sebastian vende té helado de frambuesa, café helado y agua de manantial. Más tarde, Sebastian incluyó el zumo de manzana entre las bebidas que vendía en su negocio. Todas las botellas también tienen una etiqueta única con la cara de Sebastian en ellas y se venden por 2 dólares australianos. Así como Sebastian vendía la mayoría de sus bebidas en su puesto, también las vendía a amigos y familiares durante sus salidas sociales.
En el transcurso de 2 años, Sebastian ahorró unos 3.000 dólares australianos (el equivalente aproximado a unos 1.900 dólares americanos) para conseguir su poni. Además de los fondos de su negocio, Sebastian también recibió un poco de ayuda del Ratoncito Pérez, así como regalos "en dinero" que le daban en su cumpleaños y para Navidad.
A lo largo de todo ese tiempo, los padres de Sebastian se sentían muy orgullosos de su hijo tan emprendedor. Como la mayoría de los padres, los Kent buscaron inculcar valores de bondad y de trabajo duro en Sebastian, dos cualidades que quedaron de manifiesto durante su objetivo de ahorrar dinero para comprarse un poni.
Cuando Sebastián ahorró suficiente dinero, sus padres le compraron un poni con lo ahorrado. Grabaron en vídeo la revelación, y Sebastian lloró de pura emoción al ver a su poni, un hermoso animal de piel preciosa y blanca. Sebastian no puede contener su alegría, llorando mientras su padre lo tiene cogido en sus brazos. Cuando le preguntan que qué piensa del animal, Sebastian le responde a sus padres que el poni es alucinante. El joven Sebastian disfruta ahora de la compañía de su poni, al que llamó Tom Boy, mientras los dos cabalgan por los campos y prados cerca de la casa de los Kent.
Al final, la historia de Sebastian muestra cómo el trabajo duro y la dedicación pueden ayudar a lograr sus sueños. Con solo siete años, Sebastian ahorró dinero para comprar a Tom Boy, demostrando de una forma contundente que cualquiera puede triunfar si sigue adelante esforzándose de corazón por conseguir su sueño.
¿Qué piensas de la historia de Sebastian? ¿Cómo intentas inculcar las cualidades de trabajo duro, esfuerzo y tenacidad en tus hijos? ¡Cuéntanoslo en la sección de comentarios y asegúrate de compartir esto con tus amigos y familiares!
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