La muerte es lo único que no podemos evitar en esta vida, aunque no lo aceptemos debemos de estar conscientes que ocurrirá tarde o temprano, pero admitir que sean nuestros hijos quienes se vayan de nuestro lado, duele como ninguna otra cosa en el mundo pues son ellos por quienes daríamos la vida.
Es por eso que cuando a un ser querido, sobre todo a los hijos, les pasa algo terrible, duele mucho más de lo que nos doliera si nos pasara a nosotros mismos.
Desafortunadamente Sarah Cross y su marido pasaron por un momento muy difícil en sus vidas. Su pequeña hija Erin había nacido sin ninguna complicación, era una niña saludable y muy feliz hasta que lamentablemente le diagnosticaron una terrible enfermedad que afectó a toda la familia. En el 2012 los médicos le diagnosticaron a Erin leucemia con sólo 2 años de edad. Pero no sólo se trataba de un cáncer usual, sino que era una variante de su enfermedad en su estado más grave. La pequeña niña sufría de leucemia linfoide aguda (LLA) un tipo de cáncer que ataca la médula ósea.
Después de numerosos tratamientos a los que fue sometida la pequeña, pudieron frenar la enfermedad. Pero como los médicos habían advertido, la pequeña recayó nuevamente en marzo del año pasado. En ese momento sus padres decidieron buscar otras alternativas, nuevos tratamientos que le pudieran ayudar a acabar con su sufrimiento.
Después de buscar por un tiempo por fin encontraron esperanzas en la inmunoterapia, un tratamiento el cual reprograma las células para que combatan la enfermedad. A pesar de que este tratamiento parecía perfecto, había un problema. La pequeña Erin tenía un plazo de 8 semanas para someterse a este tratamiento o moriría.
Y aunque parecía algo terrible a esto se le sumarían otros obstáculos desalentadores, el tratamiento era algo experimental y solamente se había realizado en los Estados Unidos y tenía un costo de 180.000 dólares, desafortunadamente su seguro no cubría los gastos médicos fuera del país.
Sarah y su marido sabían que sería difícil pero harían lo que fuera por salvar a su hija, necesitaban el dinero que no tenían para llevar a su pequeña a un hospital de Seattle. Además, les dolía el corazón de verla todos los días llorando sufriendo por esa enfermedad que no le permitía llevar una infancia normal y disfrutar de ella, por lo que la pareja puso manos a la obra y a través de internet crearon una campaña para recaudar fondos mediante las redes sociales para que muchas personas pudieran donar la cantidad de dinero que gustaran; los padres de la pequeña estaban tristes al no saber si conseguirían el dinero en menos de 8 semanas para salvar a su hija pero trataron de hacer que su historia llegara a todas las personas que fuera posible.
Durante un tiempo estuvieron preocupados y muy estresados tratando de conseguir el dinero, hasta que su historia dio un giro de 360 grados y ante todo pronóstico pudieron conseguir los 180,000 dólares. Esto significaba que Erin tenía una oportunidad de salvarse.
Después de haber conseguido el dinero sus padres la llevaron rápidamente al Seattle Children’s Hospital, donde recibiría el tratamiento para poder salvarle la vida.
Gracias al tratamiento que recibió, Erin por fin pudo librarse del cáncer.
Actualmente la pequeña puede llevar una vida tranquila llena de alegría y sus padres pueden sentirse más aliviados y mirar a los ojos a su pequeña sin pensar en la angustia de perderla pronto. Erin ha sido una niña con mucha suerte, no sólo por haberse salvado del cáncer sino por tener unos padres tan amorosos que harían cualquier cosa por salvar su vida. Por fortuna, en el mundo aun existen muchas personas de buen corazón que aportaron a la causa y contribuyeron a salvar la vida de esta hermosa niña.
Esta historia nos enseña que sin importar lo difícil de las situaciones siempre habrá un rayo de luz y de esperanza, además que las únicas personas que siempre te apoyarán incondicionalmente serán tus padres porque son las únicas personas que realmente te aman y harían por ti cualquier cosa.
¿Qué opinas acerca de esta hermosa historia? Si estás de acuerdo en que aun hay muchas personas buenas y bondadosas en el mundo, difunde la historia de Erin con tus amigos.
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