Cuando la pequeña Willow Rose nació, sus padres se vieron obligados a vivir la peor pesadilla de sus vidas, ya que el corazón de Willow Rose dejó de latir. Después de un embarazo completamente normal, el bebé tuvo que nacer por cesárea porque su ritmo cardíaco empezó a lentificarse durante las contracciones. Y justo cuando nació, su corazón se detuvo.
Mientras los médicos hacían todo lo posible para revivir a Willow Rose, la aturdida madre seguía preguntando: "No la escucho llorar. ¿Pasa algo malo? ¿Por qué no está llorando?". El silencio se hizo muy largo y la desesperación de los padres se volvió insoportable.
Ocho largos y dolorosos minutos después, los doctores sintieron cierto alivio al registrar un pequeño latido. Bex y Martin vieron cómo metían a su hija de 3 kg en una incubadora y la trasladaban a la unidad de cuidados intensivos.
Llamaron a un grupo de especialistas, quienes decidieron rápidamente aplicar un nuevo y revolucionario método conocido como "terapia de frío". Los médicos le pusieron a Willow Rose un pequeño traje frío y la conectaron a un aparato que bajó la temperatura de su cuerpo a 33 ºC. Lo hicieron para prevenir daños permanentes en el cerebro, ya que no recibió oxígeno durante ocho minutos. Willow permaneció en estado de enfriamiento por tres días. Sus padres ni siquiera la pudieron tomar en brazos. Solamente les permitían tomar su manita.
"No lloró ni una vez durante las primeras cuatro semanas. Tenía tantas sondas en la garganta que ni siquiera sabía cómo llorar. Es extraño, pero todo lo que deseaba es oírla llorar como cualquier bebé normal", dice Bex.
Al cuarto día, la temperatura de Willow Rose subió ligeramente. El pequeño cuerpo en enfriamiento había logrado lo increíble: no había sufrido ningún daño cerebral. Quince meses después de su nacimiento, Willow Rose se encuentra extraordinariamente bien. Bex y Martin están muy felices, ya que está creciendo con toda normalidad y es una niña alegre e inteligente.
Los padres, Bex y Martin, están increíblemente aliviados y muy agradecidos. En este vídeo (en inglés) relatan todo lo que tuvieron que pasar antes de poder tomar a su hija en brazos:
Qué afortunados somos al contar con una medicina tan avanzada, capaz de lograr hazañas que antes hubieran sido imposibles, como rescatar a un bebé como Willow Rose y darle la oportunidad de tener una infancia feliz y normal.
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